Rutinas: Define tu propio ritmo de vida

Las rutinas son conjuntos de acciones que realizamos con cierta frecuencia, de una manera casi automática, sin mucho esfuerzo. Son mecanismos que ideamos para simplificar la vida. Al convertir muchas de las cosas que tenemos que hacer en rutinas, establecemos hábitos que nos permiten liberar el cerebro, ya que son tareas en las que no tenemos que pensar demasiado para llevarlas a cabo.

El problema de las rutinas es que llega un momento en que están tan enquistadas en nuestra vida que ya casi ni nos las planteamos. Simplemente las hacemos… porque siempre las hemos hecho. Hacemos nuestra reunión semanal con el personal del departamento, almorzamos cada día de trabajo en el mismo restaurante, leemos cada día el mismo periódico a la misma hora y, cada año, hacemos prácticamente las mismas cosas en nuestras vacaciones.

Cada uno tiene las suyas, y eso está muy bien porque nos ayudan a definir nuestro ritmo de vida. Además, todas ellas tenían mucho sentido cuando empezamos a hacerlas. En cierto modo, facilitaban nuestro trabajo así que las hacíamos incluso con entusiasmo.

Pero ahora, algunas de ellas se han convertido en aburridas y no te apetece hacerlas. Tú sabes cuáles son porque las vas dejando siempre para otro momento y eso te genera un sentimiento de culpa y estrés que afecta el desempeño de otras tareas.

Si sigues tratando con ellas como has hecho siempre, estás mermando tu productividad. Si tu sistema actual no está funcionando, reinicia.

Aunque a veces nos cuesta darnos cuenta, la realidad está en constante movimiento. Hazte un favor: Pon en tu sistema de gestión personal—cualquiera que sea—una tarea periódica o un recordatorio, cada tres meses por ejemplo, que te haga replantearte la necesidad, la frecuencia y la forma en que actualmente llevas a cabo todas tus rutinas. En otras palabras, crea una rutina para replantearte de vez en cuando la validez de tus rutinas. Es estupendo crear comportamientos enraizados que nos benefician, pero no dejes que se estanquen. Define tu propio ritmo de vida.

¿Cuánto tiempo hace que no sales de tu zona de confort?