Productividad Personal
Cómo vencer la pereza en el día más difícil
AUTOR: Angela Johnson
¿Alguna vez has tenido días en los que te da pereza hacer cualquier cosa y no te apetece trabajar en absoluto?
Seguro que sí. Todos tenemos nuestros días perezosos e improductivos. A veces no dormimos lo suficiente, a veces simplemente no tenemos mucha motivación, y a veces nos distraemos con algo más emocionante, como un juego nuevo.
¿Qué podemos hacer en estas situaciones? En este post vamos a ver algunas ideas para aprovechar al máximo nuestro tiempo libre.
Si preguntas a cualquiera, ¿hay épocas de tu vida en las que tu rendimiento cambia? Responderán sin pensarlo: por supuesto que los hay. Puede que creas que tu trabajo siempre es igual y que siempre puedes hacer todo lo que te propones, pero no es así. Hay momentos en los que tu productividad está en su punto álgido y puedes lograr no sólo lo que te propones, sino incluso más. Sin embargo, tarde o temprano, no serás capaz de llevar a cabo ni siquiera una parte de lo que has planeado; esos días, te da tanta pereza hacer cualquier cosa que parece que muchas cosas se te escapan.
Es importante encontrar formas de seguir realizando tareas importantes incluso cuando nos sentimos poco productivos, así como en los momentos en los que nos permitimos darnos un respiro. Nuestro cerebro necesita hacer descansos, no siempre podemos trabajar al máximo.
Estas son algunas maneras de convertir un día perezoso en uno productivo.
Piensa en una actividad divertida
Si no estás motivado, puede que las tareas de tus listas te aburran. Puede que a algunos les parezca algo difícil, pero esto ayuda: da un paso atrás, cierra los ojos y deja que tus pensamientos fluyan.
Encuentra tu pasión y síguela durante el día
¿Qué crees que te apetece hacer hoy? ¿Qué puedes hacer para salir de tu rutina habitual? ¿Qué te fascina? ¿Qué puede ser nuevo y fresco para ti? Deja que tus ideas se desarrollen antes de empezar a escribirlas (en este punto, ya puedes abrir los ojos). A continuación, elige algo divertido e interesante de la lista, aunque no sea una tarea urgente. En cualquier caso, ¡es mejor que no hacer nada!
Apasionarse por algo es la mejor manera de conseguir hacer algo en los días desmotivados. Encuentra tu pasión y síguela.
Acaba con las distracciones
¿Qué te está distrayendo hoy? Puede que sea una página web nueva que has encontrado por casualidad, foros, redes sociales, algún tipo de juego de cartas, como el solitario o algo así… Si puedes encontrar una forma de impedir que tu mente caiga en el caos, podrás conseguir mucho más. Obviamente, es difícil. Hay una manera: consigue que un amigo o compañero te controle. Otra posibilidad es apagar Internet. Ya no querrás mirar las redes sociales y las notificaciones no te molestarán.
Pon algo desagradable al principio de tu lista de tareas.
Si hay algo que has estado posponiendo durante un tiempo, algo que no quieres hacer bajo ninguna circunstancia, ponlo al principio de tu lista de tareas para hoy, y luego enumera el resto de tus tareas a continuación. Para aplazar eso que no quieres hacer un poco más, estarás dispuesto a hacer otro montón de cosas. ¡Tendrás un día perezoso muy productivo!
Relájate
Bien, todavía no has podido hacer nada hoy. ¿Es el fin del mundo? Tu cerebro necesita relajarse de vez en cuando, sobre todo cuando estás trabajando muy duro. Dedica este día a descansar. Permítete coger fuerzas. Si puedes tomarte un día libre, hazlo. Si no, descansa hoy y vuelve al trabajo mañana. Sólo tienes que darte la oportunidad de reponer las pilas.
Da un paseo
Hay momentos en los que necesitas que tu sangre circule más rápido. Estar sentado delante del escritorio todo el día puede hacer que te sientas agotado. Levántate, da un paseo y, si es posible, sal al exterior. Sólo diez minutos al aire libre pueden ayudarte a relajarte y a volver al trabajo con energías renovadas.
Date una ducha
Si trabajas desde casa, es difícil luchar contra la tentadora idea de salir de la cama y empezar a trabajar en pijama (o peor). Pero si no te sientes limpio, no puedes sentirte productivo. Asegúrate de ducharte. Te sentirás con energía y listo para empezar a trabajar. Es increíble cómo una ducha puede cambiar tu día.
Échate una siesta
Una herramienta sencilla contra la improductividad. Te sentirás mejor si puedes echarte una pequeña siesta. Sentirás que has recuperado las fuerzas y que estás preparado para afrontar todas las tareas que tienes por delante.
Pon música
Nada te hará sentir mejor que la música alegre. En serio, pruébalo. Cualquier cosa que te haga sentir bien te servirá.
¿Y cómo afrontas tú tus días perezosos? ¿Puede que conozcas maneras más efectivas? Compártelas con nosotros y ¡sigamos hablando en los comentarios!
No hay comentarios