Recientemente he leído el libro Una nueva mente de Daniel H. Pink. Genial, totalmente recomendable. El autor explica cómo estamos evolucionando de una sociedad en la que destacan los individuos que han desarrollado más las habilidades que residen en el lado izquierdo del cerebro (Era de la información) a una sociedad en la que triunfarán aquellos que apuesten por desarrollar más la habilidades que residen en el lado derecho (Era conceptual).
El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro procesa la cosas secuencialmente, nos permite comprender el lenguaje y analizar los detalles. El hemisferio derecho procesa muchas cosas simultáneamente, nos permite comprender el contexto y visualizar desde una mayor perspectiva. Ambos son necesarios para todo, y trabajan a la vez. Cuando, por ejemplo, nos dicen algo con ironía, el lado izquierdo descifra las palabras y el derecho el contexto que permite comprender la ironía como tal.
Hasta ahora, el mundo empresarial ha estado dominado por los llamados trabajadores del conocimiento, gente con un nivel de educación elevado y gran pericia en la manipulación de información. Pero (1) la generación masiva de este tipo de trabajadores en la sociedad actual, (2) la posibilidad de obtener servicios mucho más económicos de trabajadores procedentes de paises como India o China, y (3) el cada vez mayor grado de automatización de tareas facilitado por las nuevas tecnologías, hacen que las habilidades del hemisferio izquiero, que hasta ahora habían prevalecido, ya no sean suficientes—aunque, por supuesto, siguen siendo necesarias—. Se empiezan a valorar otras cosas como la capacidad de detectar patrones y oportunidades, de crear cosas bellas con atractivo emocional, de combinar ideas que antes nunca se habían relacionado para construir algo nuevo.
Para las empresas, ya no es suficiente con crear productos funcionales a un precio razonable. Éstos deben ser únicos y atractivos.
Para las personas, ser eficiente tampoco es una condición suficiente para tener éxito. Debes ofrecer algo más. Debes estimular tu creatividad al máximo.
Algunos creativos piensan erróneamente que la organización juega en contra de la creatividad. No es así. Tener un método de organización personal te permite tener tus cosas bajo control y te evita tener que reaccionar ante todo. Cuando tienes un método para manejar cualquier situación, estás más tranquilo. Si estás relajado, todo va mejor. Haces más cosas con menos esfuerzo, tus preocupaciones disminuyen, tu mente se libera y encuentra más espacios para desarrollar la creatividad.
GTD: A mayor productividad, mayor creatividad
¿Cómo te ayuda GTD a ser más creativo? Primero debes sacar de tu cabeza y anotar en un sistema de confianza todo aquello que llame la atención de tu mente (recopilar), y después, decidir qué significa cada una de esas cosas y qué tienes que hacer para avanzar (procesar).
Al hacer esto, liberas a tu mente de una gran cantidad de ruido, información sin forma y sin un sentido claro que está ahí, molestando en todo momento. Con todo ese espacio libre, tu receptividad e intuición aumentan. Ahora puedes utilizar tu cabeza para cosas más interesantes, en un nivel superior. Puedes ser mejor. Cuando las cosas que conforman tu estilo de vida están bajo control, tu mente se abre a nuevas oportunidades.
Pero para que esto no sea una situación excepcional sino una forma de vida, debes habituarte a realizar una revisión semanal para clarificar tus proyectos y acciones relacionadas, y mantener tu listas actualizadas. Este hábito requiere la disciplina de dedicar un tiempo al final de cada semana (entre 30 minutos y 2 horas, según tu nivel de actividad), pero es fundamental para generar confianza y tranquilidad para el resto de la semana… con todos los maravillosos efectos colaterales que ello conlleva.
2 comentarios
Excelente artículo, me da una nueva perspectiva de las cosas.
Excelente artículo, me da una nueva perspectiva de las cosas.
Me alegra que te haya servido. Muchas gracias.
Me alegra que te haya servido. Muchas gracias.