También llamada Procesar, es la segunda de las Cinco Fases para Dominar el Flujo de Trabajo de GTD. Una vez has capturado todo aquello que llama tu atención, la siguiente fase es vaciar tu bandeja de entrada, lo cual no significa realizar todas las acciones que has capturado. Se trata simplemente de definir qué es cada cosa y decidir qué vas a hacer con ello.

Necesitas plantearte dos cuestiones a la hora de aclarar cada uno de los elementos:

1. ¿Qué es? Piensa en qué significa esa cosa realmente para ti y define claramente el resultado que quieres obtener.
2. ¿Es accionable? Es accionable si puedes hacer algo al respecto y quieres hacerlo.

Si no es accionable, tienes tres posibilidades:

• Si es algo que no necesitas y no tiene valor para ti, entonces lo tiras a la basura.
• Si es algo que no requiere ninguna acción ahora, pero puede que necesites hacer algo en un futuro, entonces lo incubas.
• Si se trata de información potencialmente útil que podrías necesitar en algún momento, entonces lo archivas como material de referencia.

Si es accionable, necesitas definir cuál es la acción siguiente y, después, tienes también tres opciones:

• Si la siguiente acción vas a realizarla tú y no requiere más de dos minutos, entonces la puedes hacer en el momento.
• Si la siguiente acción vas a realizarla tú y requiere más de dos minutos, entonces la aplazas.
• Si no eres la persona adecuada para realizar dicha acción, entonces la delegas.

En caso de ser un elemento accionable, también necesitas preguntarte si con la acción siguiente definida puedes dar por terminada la captura. Si es así, ya has finalizado; si no, necesitarás definir el resultado deseado y añadirlo a la lista de proyectos. Esto te servirá de recordatorio de que este trabajo todavía no habrá finalizado cuando hayas completado la acción.