GTD Básico: La Promesa

Imagínate que fuera posible tener totalmente bajo control, en todo momento y a todos los niveles, toda tu gestión personal. Que pudieras dedicar toda tu atención, sin distracciones, a cualquier cosa que decidas hacer. Que pudieras hacer cosas que son importantes para ti, de una forma relajada y con el mínimo esfuerzo.

Esa es una experiencia que en artes marciales se conoce como la mente como el agua y en otros entornos como estar en la zona. Todos hemos estado ahí alguna vez. Son esos momentos en que nuestro pensamiento fluye creativamente, el trabajo se hace sin esfuerzo y el tiempo pasa sin darnos cuenta.

La promesa de GTD es que puedes alcanzar ese estado de control sin estrés, en el que responderás adecuadamente a cualquier cosa que aparezca — sin darle ni más ni menos importancia que la que merece — de forma habitual, una y otra vez.