Productividad Personal
Modo Productivo Total
AUTOR: Francisco Sáez"Si tu mente está vacía, estará siempre lista para cualquier cosa; estará siempre abierta a todo." ~ Shunryu Suzuki
Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de psicología conocido mundialmente por sus trabajos sobre psicología positiva, definió el concepto de fluir como el hecho de sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo.
David Allen, en su libro Getting Things Done, habla de que es posible alcanzar un estado en el que se consiguen hacer las cosas más importantes de una forma totalmente relajada, con el mínimo esfuerzo. Lo llama estado productivo o estar en la zona y lo compara con otro concepto similar del mundo del karate, que define una posición en la que estás perfectamente preparado para lo que sea: la mente como el agua.
Mente como el agua, estado productivo, flujo, estar en la zona… ¿Qué hace falta para llegar ahí? En una frase: Pensar de vez en cuando para no tener que estar siempre pensando. Necesitas evaluar tus compromisos cada cierto tiempo, a diferentes niveles:
- Varias veces al día necesitarás pensar qué acciones vas a realizar en ese momento.
- Al menos una vez por semana, deberías hacer una revisión exhaustiva de todos tus proyectos.
- Cada pocos meses deberías revisar cómo avanzan tus áreas de responsabilidad, tanto en el trabajo como en tu vida personal (carrera, salud, finanzas, relaciones, etc.), para asegurarte de que estás ejecutando los proyectos adecuados.
- Una vez al año, deberías replantearte dónde y cómo quieres estar en un plazo de 12-18 meses. Esto marcará tus objetivos a medio plazo.
- Por último, cada 2-3 años deberías revisar a fondo el propósito de tu vida, tu visión sobre quién eres y cómo quieres ser.
Debes convertir en un hábito estas revisiones regulares sobre tus compromisos. No sólo debes tener claras tus metas en este momento, también debes confiar en que volverás a clarificarlas—si es necesario—cada cierto tiempo. Esta es la premisa fundamental para poder entrar en modo productivo total. Todo lo que haces empieza a estar en sintonía con tu yo interior. No tienes que pensar ni preocuparte, porque ya has pensado a fondo al hacer cada revisión. Ahora ya eres capaz de fluir.
Mi consejo
¿Quieres alcanzar algún día ese estado productivo? Empieza por añadir a tu Calendario una tarea repetitiva para hacer una revisión semanal de todos tus proyectos y frentes abiertos. Añade a tu calendario una tarea repetitiva trimestral para revisar tus áreas de responsabilidad (trata de hacerlas coincidir con pequeños descansos vacacionales). Añade una tarea anual para repasar tus objetivos a medio plazo. Y añade otra tarea cada 2 años para hacer una introspección personal al más alto nivel. Estas dos últimas, idealmente en vacaciones de fin de año o verano.
Céntrate en las revisiones semanales para cultivar el hábito. Para ello, elige un momento de la semana en que sepas que vas a tener suficiente tiempo y tranquilidad. No te las saltes.
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