Getting Things Done - GTD
¿No puedes aplicar GTD? Culpa a tus hábitos
AUTOR: Francisco Sáez“Hasta que hagas consciente el inconsciente, éste dirigirá tu vida y lo llamarás destino.” ~ C.G. Jung
A veces, querer hacer algo simplemente no es suficiente. A veces, tu deseo y tu cerebro van por caminos diferentes, luchando entre sí para tener el control de tu persona.
Es precisamente lo que le pasa a mucha gente que llega a conocer GTD, entiende cómo funciona el método y los beneficios que puede aportar a su vida, y, sin embargo, falla una y otra vez al tratar de aplicarlo. Quieren, pero no pueden.
En cada persona, es como si hubiera dos personas, actuando en dos niveles diferentes: Una mente consciente, que dominamos en la mayoría de las ocasiones, y una mente subconsciente, que suele estar fuera de nuestro control.
Ambas partes están en constante lucha. Cada vez que quieres hacer algo, el cerebro recibe instrucciones de ambas partes, y estas instrucciones son muchas veces contradictorias.
La parte subconsciente suele generar instrucciones que, aunque provienen de razones que pudieron ser muy útiles hace dos mil años, ahora probablemente vayan en tu contra, ya que lo que mueve al subconsciente son miedos y deseos relacionados con emociones, como el amor o el temor, y no con el raciocinio.
Sin embargo, la parte subconsciente es también la que suele provocar la inspiración y las ideas. Esos momentos llenos de creatividad que surgen cuando estás relajado (¿nunca has tenido una idea genial mientras te duchabas?), también vienen de tu subconsciente.
Los hábitos son una de las herramientas más potentes de tu cerebro. Están tan engranados en tu subconsciente que resultan prácticamente intuitivos. Te permiten realizar cosas de manera casi automática, sin esfuerzo.
Los buenos hábitos son los que te permiten hacer lo que quiere tu mente consciente, tu “yo” del nivel superior. Los malos hábitos son los que están controlados por tu mente subconsciente, tu “yo” del nivel inferior, y se interponen en lo que tu mente consciente quiere conseguir.
Si entiendes cómo funcionan los hábitos, con el tiempo puedes crear un conjunto de buenos hábitos, que te lleven a hacer lo que realmente quieres. Los hábitos se generan por repetición, ya que son básicamente la inercia natural a seguir haciendo lo que “siempre” has estado haciendo.
Un estudio en la University College de Londres, en el que 96 personas tenían que elegir y adoptar un nuevo comportamiento saludable, generó tiempos de adopción entre 18 y 254 días, lo que indica que el éxito depende mucho del propio hábito, de la persona, y de la perseverancia e interés por el resultado.
Lo que está claro es que, podrás necesitar más o menos tiempo, pero si perseveras en estos tres sencillos hábitos conseguirás que GTD funcione para ti.
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