“No se pueden hacer proyectos, sólo se pueden hacer acciones.” ~ David Allen
Una vez has empezado un proyecto, el momentum lo es todo. El momentum o cantidad de movimiento es una magnitud física que describe el impulso adquirido por un cuerpo en movimiento. El momentum genera la motivación necesaria para continuar con el proyecto y, por supuesto, para terminarlo.
¿Cómo se genera ese momentum? Muy sencillo: haciendo una cosa y pasando a la siguiente. Cuando detienes un proyecto por el motivo que sea, cuando te quedas estancado en una acción y no avanzas a la siguiente, estás matando el momentum. Y eso muy probablemente terminará matando el proyecto.
Es por eso que siempre se recomienda dividir un proyecto en tareas pequeñas, tareas que puedas hacer en poco tiempo. Hay pocas sensaciones tan agradables como saber que has conseguido algo. Cuando vas marcando esas pequeñas acciones como “hechas”, se produce una sensación de bienestar que aviva tu motivación para continuar haciendo cosas.
Si describes una acción de manera que incluye una gran cantidad de trabajo que requerirá mucho tiempo para que se complete, terminarás agobiandote. Trabajarás y trabajarás, sin recibir nunca esa “palmadita en la espalda” que supone el reconocer que ya tienes una parte del trabajo hecha.
Uno de los ocho pasos del modelo de Kotter para liderar el cambio es precisamente “Generar ganancias rápidas”: Produce suficientes ganancias a corto plazo y lo suficientemente rápido, para dinamizar los agentes del cambio, iluminar a los pesimistas, calmar a los cínicos y construir momentum.
Para mantener tu motivación alta, busca ganancias rápidas. Cada una de esas ganancias es una pequeña victoria que puedes celebrar.
Así que, hazte ahora esta pregunta: ¿Qué puedo hacer en la próxima semana para avanzar mi proyecto? Y desmenuza el resultado deseado en tantas pequeñas acciones como puedas. Después de eso, ¡simplemente empieza!
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