La relación entre el mindfulness y la productividad

Actualmente, el mindfulness puede parecer otro de los términos de moda. A menudo se recomienda usarlo para reducir el estrés o la ansiedad, o para practicar el autocuidado, o incluso como parte de la rutina diaria.

Pero el mindfulness ha tenido tanta repercusión porque es efectivo.

En términos de productividad, el mindfulness es una práctica que te puede ayudar a mantener la concentración y a hacer las cosas. El empleado medio sólo está plenamente comprometido y es productivo durante 2 horas y 53 minutos al día. Piensa en lo mucho que podrías conseguir, tanto en el trabajo como en casa, si pudieras dar un impulso a tu productividad.

Hablemos un poco más de cómo el mindfulness puede ayudarte a conseguirlo.

Gestionar las distracciones

Piensa en las veces que te distraes durante el día. Si estás en la oficina, puede que te entretengas leyendo correos electrónicos o charlando con tus compañeros de trabajo. En casa, otros miembros de la familia o incluso las tareas domésticas pueden impedirte hacer las cosas que tienes que hacer. Otro de los principales culpables (estés donde estés) es tu teléfono. El mindfulness es un hábito que te enseña a desconectar, por así decirlo, y te ayuda a reducir esas distracciones.

Cuando practicas el mindfulness, te desentiendes de todo lo que pueda distraerte. En lugar de centrarte en las cosas que compiten por tu atención, te mantienes en el momento presente. Tu atención se centrará únicamente en tu respiración, en cómo se siente tu cuerpo y en las cosas que oyes, hueles y puedes sentir a tu alrededor.

Incluso solo el hecho de tomar distancia durante un momento de todas esas distracciones puede hacer que sea más fácil volver a trabajar en la dirección correcta. También hace más fácil respetar ciertos límites. Por ejemplo, si sabes que tu teléfono es una distracción problemática, practicar mindfulness puede hacer más fácil cumplir tus propias reglas para limitar tu tiempo de pantalla.

A veces, tus propios pensamientos pueden distraerte, especialmente si estás estresado. El mindfulness viene de nuevo al rescate. Cuando sólo te centras en el presente, no te preocupa lo que pueda estar contribuyendo a tus altos niveles de estrés. Tomar distancia de estos elementos estresantes durante unos minutos puede hacer que sean menos graves y te distraigan menos.

Más horas de sueño, más productividad

Existe una correlación directa entre el sueño y la productividad. ¿Por qué? No dormir lo suficiente repercute en tu estado físico y mental “de diversas formas negativas”, entre ellas:

• Problemas de memoria
• Cambios de humor
• Dificultad para pensar/concentrarse
• Falta de equilibrio
• Sistema inmunológico debilitado

Cuando no eres capaz de concentrarte, no eres tan productivo como te gustaría. Puede que incluso te encuentres cabeceando durante el día o sintiéndote tan agotado que lo único en lo que piensas es en echarte una siesta.

Entonces, ¿qué tiene que ver el mindfulness con el sueño?

Si tienes problemas para conciliar el sueño por la noche, el mindfulness puede suponer una gran diferencia. A menudo, la razón por la que la gente no puede conciliar el sueño o mantenerse dormida es el estrés o los pensamientos desenfrenados. Al practicar mindfulness como parte de tu rutina nocturna, puedes irte a la cama concentrado sólo en el ahora.

Además, como el mindfulness requiere que practiques la respiración profunda, puedes hacer que tu cuerpo entre en un estado más relajado. Respirar profundamente puede incluso ayudar a tu cuerpo a producir más melatonina, una hormona natural que puede mejorar tu calidad de sueño en general.

Mindfulness en lugar de multitarea

Decir que vivimos en una sociedad muy ocupada sería quedarse corto. Por desgracia, eso hace que muchas personas piensen que tienen que hacer varias cosas a la vez para llevar todo a cabo. Si te encuentras mordiendo más de lo que puedes masticar cada día, es fácil que te sientas abrumado.

Esto no sólo puede provocar distracciones y estrés adicionales, sino que también puede causar una falta de motivación. Nadie quiere mirar una lista de tareas pendientes que parece kilométrica. Cuando tienes demasiadas cosas pendientes, incluso pensar en ello puede hacer que quieras volver a la cama sin afrontar ni una sola cosa.

No importa lo que tengas que hacer cada día, el mindfulness puede ayudarte a lograrlo sin sentirte abrumado.

En primer lugar, el mindfulness puede ayudarte a entrar en un estado de “flujo”. Una vez has decidido trabajar en una cosa, estar atento a esa tarea en particular hará que sea más fácil mantener la concentración. No tendrás la tentación de trabajar en otras cosas al mismo tiempo. Si necesitas ayuda para entrar en ese estado, prueba algunos de los siguientes consejos:

• Decide en qué trabajar primero
• Define tus objetivos
• Elimina las distracciones
• Respira profundamente.
• Empieza poco a poco y ve avanzando hacia las partes más grandes del proyecto

A veces, puede ser casi imposible concentrarse estrictamente en una cosa. Si estás trabajando en un proyecto y recibes un correo electrónico urgente, por ejemplo, puede ser necesario responder de inmediato. Pero este tipo de cosas no tienen por qué despistarte. Intenta cambiar de contexto de forma consciente y separar trozos de trabajo manejables, y dedicar tiempo a todo sin distraerte.

Tanto si trabajas en casa como en la oficina, o si quieres estar más presente en tu vida personal, el mindfulness puede ayudarte a aumentar tu productividad y a conseguir más cosas cada día. Utiliza estas sugerencias para alcanzar tus objetivos: puede que te sorprenda lo mucho que puedes hacer.