Getting Things Done - GTD
GTD no es el centro de tu productividad
AUTOR: David TornéParece contradictorio con el enfoque de este blog, pero es verdad. GTD nos da unas pautas para manejar nuestra actividad diaria y organizar nuestros asuntos a medio-largo plazo. Sin embargo, hay lugares a los que no llega, siendo el usuario el encargado de conquistar esas parcelas en la sombra.
Este post viene motivado por otro, escrito por Miguel de Luis en Sabia Vida hablando de Zen To Done. Os lo recomiendo, es uno de esos para enviar a tu Evernote – o cual sea tu archivo digital – y releerlo periódicamente para repasar conceptos y mantener tus convicciones en la mejora personal.
Uno de los pensamientos surgidos de su lectura, es la dificultad para establecer objetivos a corto plazo (a nivel semanal). Identificar los escollos que debemos superar durante la semana y despiezarlos para que sean asumibles. De igual manera podemos trasladarlo al ámbito diario, ¿Qué es aquello imprescindible a realizar durante el día? ¿Te lo preguntas cuando realizas las revisiones semanal y diaria?
Otra vertiente imprescindible para la mejora en cuanto calidad productiva es la necesidad de asentar un proceso para aplicar nuevos hábitos. Implementar GTD nos empuja a crear nuevos hábitos: recopilar, procesar, revisar… son parte del sistema y los asumimos de forma implícita. El problema llega con aquello que queda fuera del ámbito de los procedimientos, ¿cómo y de qué manera hacerlo?
GTD no establece pautas explicitas para estos casos. Queda bajo nuestra responsabilidad domar esta esfera exterior. El hecho de trabajar de forma prolongada con un método de productividad personal, nos debe ayudar a vencer las resistencias más comunes, a empujarnos a reflexionar sobre lo que hacemos y detectar esas sombras susceptibles de mejora.
El verdadero cambio surge al enfrentar retos. Una vez asentadas las nuevas rutinas generadas por GTD y haber experimentado las mejoras a nivel organizativo, viendo que somos capaces de auto-gestionarnos y asumir el cambio como un conjunto de pequeños retos, nuestra posición es mucho más firme. Generamos una seguridad en nosotros mismos, forjada a través de la consecución de esos pequeños retos, sabemos que debemos cambiar para mejorar. En ese momento todo será mucho más fácil porque la resistencia inicial ya no existirá.
A partir de este punto todo se basa en plantear, experimentar y cambiar en caso de que no funcione. Tu eres el centro de todo, GTD te da el medio para organizar y crear perspectiva, pero la herramienta para el cambio eres tú a través de tu convicción y talento.
Un comentario
Muchísimas gracias por la inclusión. Solo me gustaría añadir que estoy disponible para ayudar en esto de la productividad.
Muchísimas gracias por la inclusión. Solo me gustaría añadir que estoy disponible para ayudar en esto de la productividad.