Productividad Personal

Utiliza desencadenantes para desarrollar hábitos productivos

AUTOR: Francisco Sáez
tags Hábitos
“Los buenos hábitos llevan nuestras bajas pasiones y apetitos a un control automático, y liberan nuestra naturaleza para poder explorar las experiencias más grandes de la vida. Muchos de nosotros dividimos y disipamos nuestras energías en debatir acciones que se deberían dar por sentadas.” ~ Ralph W. Sockman

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Utiliza desencadenantes para desarrollar hábitos productivos

Una buena parte de las cosas que hacemos cada día obedece a nuestros hábitos, cosas como lavarnos los dientes después de comer, ir al gimnasio después del trabajo o revisar las tareas a realizar a primera hora de la mañana.

Nuestro cerebro, en su lucha particular por ser más eficiente, transforma todas las tareas que puede en hábitos, para que podamos ejecutarlas de forma casi inconsciente y sin apenas esfuerzo (me refiero al esfuerzo necesario para mover nuestra voluntad a hacer algo) y así tengamos la mayor parte de nuestro autocontrol disponible para afrontar nuevos retos.

Pero crear nuevos hábitos no es fácil. Según los psicólogos, los desencadenantes de acciones son la parte más importante en la creación de nuevos hábitos. Un desencadenante no es más que un evento o acción que automáticamente dispara una reacción. Si establecemos el desencadenante adecuado, nos veremos empujados a ejecutar el nuevo hábito cada vez que se produzca dicho desencadenante.

Por ejemplo, el desencadenante para revistar tu agenda diaria podría ser el hecho de sentarte en tu silla de trabajo por primera vez en el día. Si cada vez que llegas a tu oficina y te sientas, te obligas a revisar lo que debes hacer en el día, llega un momento en que la asociación de sentarte y ponerte a trabajar se hace tan fuerte en tu cerebro que ya no necesitas forzarla. De hecho, una vez que el hábito se haya asentado será muy difícil que te pongas a navegar por internet antes de haber preparado tu día.

Por supuesto, esto requiere un importante esfuerzo inicial de autocontrol y disciplina. Cada vez que se produce el desencadenante, tienes que ser consciente de él y realizar la acción que se supone será el nuevo hábito.

Un desencadenante puede ser cualquier otro hábito que ya tienes arraigado en tu vida (lavarte los dientes “después de comer”), una hora del día (seguimiento rápido de proyectos con tu equipo “a las 9 de la mañana”), un lugar en que te encuentras (visitar a tus padres cuando vas a “la ciudad en que viven”), o las personas con las que estés (tomar una bebida alcohólica cuando sales con “tus amigos”).

Los desencadenantes se utilizan también para romper malos hábitos. En estos casos, el desencadenante ya existe y suele estar asociado a un estado emocional o a una situación. Lo que se trata aquí es de ser consciente del desencadenante y ejecutar una acción diferente cuando esto ocurra (“cada vez que esté aburrido, en vez de ir a la cocina a comer algo, voy a sentarme a leer un libro”).

La valor de los desencadenantes de acciones reside en que anticipan la decisión. Pero para que funcionen, estos desencadenantes debe ser visibles y específicos. Solo así se puede interrumpir el flujo de conciencia normal de una persona.

La forma más sencilla de elegir el desencadenante adecuado es tener en cuenta los hábitos que ya tienes asimilados en tu vida, y anclar un nuevo desencadenante antes o después de alguno de estos hábitos. Por ejemplo, si quieres salir a correr cada día y te parece que 20 minutos “después de desayunar” sería un buen momento, entonce empieza a prepararte en cuanto termines tu desayuno: ponte la ropa de correr, cálzate tus zapatillas, haz algo de calentamiento, coge el móvil y selecciona la música que vas a escuchar durante la carrera. Al principio te costará, pero cuando el hábito arraigue lo harás automáticamente, sin pensarlo.

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Francisco Sáez
@franciscojsaez

Francisco es el fundador y CEO de FacileThings. Es también un Ingeniero en Informática al que le apasiona la productividad personal y la filosofía GTD como medios para lograr una vida mejor.

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2 comentarios

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Comentado hace casi 8 años Roxana

Gracias por escribir estos consejos, los he anotado todos y creo que me serán muy útiles, estoy terminando mi Proyecto final de carrera y llevo mucho tiempo con esto, y he tenido que ir adoptando algunos hábitos pero no he sido muy constante, ahora tengo una fecha limite y eso me pone ansiosa, me preguntaba porque y encontré la palabra Procrastinación y ahora entiendo porque siempre posponía lo mas importante, Creo que algo que puede ayudar también es solucionar problemas emocionales, en algún momento leí algo sobre el Complejo de penélope, y creo que aveces como ella tejemos y destejemos y nunca acabamos, porque emocionalmente no hemos cortado con algo del pasado. Yo tuve que cortar la conexión con una persona del pasado porque cada vez que me escribía, me afectaba el ánimo y eso me detenía en mis estudios porque me deprimía por uno o dos días. Ese es mi aporte, Gracias de nuevo por estos sabios consejos !!

avatar Roxana

Gracias por escribir estos consejos, los he anotado todos y creo que me serán muy útiles, estoy terminando mi Proyecto final de carrera y llevo mucho tiempo con esto, y he tenido que ir adoptando algunos hábitos pero no he sido muy constante, ahora tengo una fecha limite y eso me pone ansiosa, me preguntaba porque y encontré la palabra Procrastinación y ahora entiendo porque siempre posponía lo mas importante, Creo que algo que puede ayudar también es solucionar problemas emocionales, en algún momento leí algo sobre el Complejo de penélope, y creo que aveces como ella tejemos y destejemos y nunca acabamos, porque emocionalmente no hemos cortado con algo del pasado. Yo tuve que cortar la conexión con una persona del pasado porque cada vez que me escribía, me afectaba el ánimo y eso me detenía en mis estudios porque me deprimía por uno o dos días. Ese es mi aporte, Gracias de nuevo por estos sabios consejos !!

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Comentado hace casi 8 años Francisco Sáez

En efecto, Roxana. Por eso separar la vida personal de la profesional no tiene mucho sentido. Cuando estamos en casa nos afecta el trabajo, y cuando estamos trabajando nos afectan las preocupaciones personales.

Muchas gracias por compartir!

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En efecto, Roxana. Por eso separar la vida personal de la profesional no tiene mucho sentido. Cuando estamos en casa nos afecta el trabajo, y cuando estamos trabajando nos afectan las preocupaciones personales.

Muchas gracias por compartir!

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