Getting Things Done - GTD
Visiones de futuro. Tu actividad de arriba abajo
AUTOR: David TornéAdministrar tu actividad controlando tus acciones, tu lista de proyectos y la agenda es un primer paso para controlar tu actividad. Al plantearte enmarcar tus acciones en áreas de responsabilidad para intentar configurar el mosaico que forman tus asuntos, lo haces a través de los proyectos. Leyéndolos y agrupándolos en categorías de focalización consigues obtener conclusiones. Mirando de abajo hacia arriba te haces una idea de cómo estas en este momento.
El problema surge si intentamos ir más allá de los 6000 metros basándonos en la acción para crear nuestra perspectiva. Escoger unos objetivos a partir de lo que estamos haciendo ‘ahora’ puede ser un error, un más de lo mismo. Cuando realizas un viaje por carretera partes sabiendo donde quieres llegar, no construyendo el camino siguiendo los carteles y señales mientras circulas.
Es indispensable contar con una visión de futuro -12000 metros – clara. A esta altura el oxígeno escasea y eso provoca que tu mente se ralentice. Estas acostumbrado a lidiar con tus proyectos, con lo más inmediato que te incumbe, sin embargo a este nivel escasean los puntos de referencia, y aprender a través de la prueba-error es poco eficiente debido a los grandes intervalos de tiempo que transcurren antes de ver los resultados, o la evolución del trabajo. Se impone una profunda reflexión, tiempo, un conocimiento de las inquietudes personales y de los actores que nos rodean e influyen en nosotros.
Aunque parezca mentira te recomiendo que empieces a edificar tu visión por el tejado. Sube a los 15000 metros y define tu propósito y tus valores. ¿Qué es lo que te lleva a tal conclusión? ¿Son estos los preceptos que te rigen? Hay que aplicar el sentido crítico y no conformarse con un texto que suene bien, o que te puede resultar cómodo cuando piensas en los demás. La verdad a veces resulta amarga, incluso para uno mismo. Unos propósitos y valores en los que creas son la base de granito para toda tu actividad, incluyendo tu visión de futuro.
Verse a cinco años vista es un ejercicio de ficción que resulta agradable y común entre muchos de nosotros, pero la diferencia entre fantasía y realidad pasa por asentar esta visión de éxito. ¿Cómo? Registrándola sobre papel. No creo que sea posible llevar un proceso como este en un par de horas, esto lo supera. El proceso de reflexión debe estar abierto durante una temporada en la cual se repasen las áreas sobre las que avanza, se recopilen las ideas y finalmente se concrete una imagen de éxito. Una reflexión a fondo que generará unos resultados para nada estáticos, podemos incluir nuevos detalles a lo largo del tiempo pero la base debería mantenerse intacta.
Es una forma muy particular de trabajar, pero el hecho de poner por escrito mis intenciones de algún modo me ayuda a oficializarlas. Ya sea redactándolas y guardándolas en fichas que puedan ser consultadas cuando sea necesario, o colgándolas en formato cartel en mi despacho para tener tu visión siempre presente. Tenerlas en un soporte físico me ayuda a motivarme y pensar a largo plazo. Ver donde quiero llegar me ayuda a superar los malos momentos que todos pasamos en algún momento.
¿Has diseñado ya tu visión de futuro? Si la respuesta no es si, ahora es un buen momento para abrir este capítulo de tu actividad.
Un comentario
Hola, ya sé que cada uno deberíamos hacer nuestra propia composición. Pero estimo que ayudaría un ejemplo que ilustrará lo que estáis explicando. Un saludo.
Hola, ya sé que cada uno deberíamos hacer nuestra propia composición. Pero estimo que ayudaría un ejemplo que ilustrará lo que estáis explicando. Un saludo.