Getting Things Done - GTD
Organización personal: Enfoque de abajo arriba
AUTOR: Francisco Sáez“Centrarse en valores no simplifica tu vida. Le da sentido y dirección… y mucha más complejidad.” ~ David Allen
Cuando se trata de centrarme en hacer lo que de verdad es importante, para mi siempre ha resultado completamente lógico empezar por arriba y seguir hacia abajo. Es decir, primero reflexiono sobre lo que quiero conseguir y por qué; después creo en mi mente alguna clase de objetivo o meta; después defino uno o varios proyectos que debería ejecutar para alcanzar ese objetivo; y, por último, descompongo esos proyectos en tareas concretas sobre las que puedo actuar (al menos, las tareas iniciales que me ayudarán a arrancar).
Sin embargo, David Allen (autor de Organízate con eficacia) defiende que ese modelo, aunque es útil cuando ya estás gestionando tu vida de manera eficiente y sin estrés, no es tan óptimo en la práctica y en la mayoría de los casos, debido a la complejidad del mundo al que nos enfrentamos:
- Existen demasiadas distracciones en nuestro día a día para poder concentrarnos sin más en los aspectos más elevados y significativos de nuestra vida. Es difícil pensar en estas cuestiones sin estar condicionados por nuestras urgencias actuales.
- Si, además, no tienes una organización personal eficiente, se produce una gran resistencia en tu mente para enfrentarte a grandes proyectos y objetivos. Si no eres capaz de manejar tu día a día sin estresarte, ¿cómo vas a tener la confianza y seguridad necesarias para abordar grandes proyectos?
- Cuando empezamos a aclarar nuestros valores y propósitos, nos damos cuenta de cuántas cosas hemos de cambiar en nuestra vida. Esto, la mayoría de las veces, provoca una predisposición negativa y un sentimiento de agobio ante la gran cantidad de cosas que tenemos que hacer.
Allen afirma que empezar por abajo e ir hacia arriba suele ser una solución más efectiva para la mayoría de la gente. Si empiezas por tener bajo control todas tus tareas actuales y todo lo que tienes ahora mismo en la cabeza, y pones en práctica un método para mantener ese estado de organización y relax, estarás en la situación adecuada para empezar a pensar en horizontes mayores. Una vez has incorporado—cómo un hábito o estilo de vida—un método que te permita lidiar con confianza con tu actividad diaria, estás en disposición para emprender retos mayores.
Aunque tengas cosas más importantes en las que pensar, finalizar tus asuntos pendientes es crucial para ganar claridad.
Así pues, aunque pensar en tener una vida significativa apoyada en tus valores y aclarar tus metas es un ejercicio totalmente necesario para poder tomar decisiones sobre lo que tienes—y no tienes—que hacer, eso no va hacer que tus tareas más mundanas desaparezcan. Elevar la calidad de tus compromisos no va a disminuir la cantidad de cosas importantes que tienes que gestionar.
Es por eso que tu sistema de gestión personal debe incorporar tanto el resultado de un pensamiento panorámico como los detalles más pequeños de tu día a día. Debe incorporar diferentes capas de prioridades. Y tú debes aprender a moverte a través de diferentes niveles de pensamiento.
No hay comentarios