Productividad Personal
Cómo NO ser un maestro de la productividad
AUTOR: Francisco SáezRecientemente escribí un post sobre uno de los principales factores que motivan a las personas a hacer las cosas: la búsqueda de la maestría. O, lo que es lo mismo, tener el mayor dominio posible sobre aquello que nos gusta hacer de verdad (es difícil mantener la motivación de mejorar en algo que no nos gusta, aunque sea lo que nos da de comer).
Resulta bastante común que, en ese camino hacía el dominio de nuestras habilidades, queramos dominar también nuestra organización y productividad personal como parte del proceso. Al fin y al cabo, hagamos lo que hagamos, una buena organización nos permitirá ser más eficientes y, por lo tanto, mejores.
También es bastante común confundir dominar con explorar, y perder todo el tiempo del mundo probando todas y cada una de las aplicaciones de “productividad personal” que existen en el mercado. La maestría en la productividad personal se logra dominando los conceptos y el flujo de trabajo, más que las herramientas.
No tienes que leer todos los libros del mundo; lees los que, por su título, sinopsis o comentarios, piensas que te pueden aportar algo. Sé igual de selectivo con las aplicaciones de productividad y prueba sólo las que tengan visos de añadir algún valor a tu organización personal.
Sin embargo, dominar las aplicaciones que ya utilizas de forma habitual porque te aportan algún valor, sí aumentará tu productividad. Todas las herramientas permiten hacer una serie de cosas de manera directa o bien a través de atajos. Seguramente tendrás que utilizar tu imaginación para buscar soluciones a otras situaciones concretas que la herramienta no contempla de una manera inmediata. Conocer y dominar todas estas posibilidades te permitirá trabajar de forma más eficiente. Éste es tiempo bien invertido.
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