"No existe el equilibrio entre vida y trabajo. Existen opciones tanto en la vida como en el trabajo, que eliges y que tienen consecuencias." ~ Jack Welch
Tratar el trabajo como una vida especial y diferente, totalmente separada de nuestra vida personal y social, me parece una equivocación que, por el hecho de tener cierta lógica, está demasiado extendida.
El gran problema se produce cuando percibimos el trabajo únicamente como una fuente de ingresos. Cuando la visión que tenemos de nuestro trabajo es puramente económica, dejamos de estar conectados emocionalmente a las tareas que tenemos que hacer. Trabajamos solo porque nos pagan, así que esperamos a que nos den permiso para tener nuestra propia vida al final de la jornada, los fines de semana, en vacaciones o cuando nos retiremos.
Este enfoque hace que los elementos de tu vida personal y social estén en una lucha constante con tu trabajo, tratando todos de captar tu atención, tirando de ti en todas direcciones, provocándote estrés y ansiedad. Puesto que pasas una buena parte de tu tiempo trabajando, si quieres que tu vida tenga sentido en su totalidad, esta dicotomía representa ciertamente un enfoque erróneo.
Leer ese libro que tanto te apetece, pasar un fin de semana romántico con tu pareja, lanzar un nuevo proyecto en tu empresa… todo forma parte de tu vida. Todo lo que haces define quién eres.
Sí, el trabajo te da de comer, pero debería ser en primer lugar una fuente de valor personal y profesional. Seguramente hay tareas con las que disfrutas mucho (si no es así, yo iría pensando en dejarlo) y otras que no te matan de felicidad. Pero también en tu vida personal hay tareas cotidianas que debes hacer aunque no te gusten demasiado—planchar la ropa y hacer la declaración de la renta son dos ejemplos claros para mi.
Quizás debas buscar un equilibrio entre las acciones que te apasionan y las acciones que te aburren, en vez de un equilibrio entre vida y trabajo.
Y para ello, todo lo que necesitas es un mapa de tu trabajo que incluya no solo las tareas de la oficina, sino todas las cosas que te importan. Simplemente necesitas una herramienta como GTD, que te permita tomar decisiones conscientes sobre qué acciones debes realizar.
3 comentarios
Totalmente de acuerdo con lo que dices. No en vano así lo reflejé en un post del año pasado y que lleva por título "Adiós a la conciliación, hola a la integración" (que no puedo adjuntar porque no me lo permite esta plataforma, pero que a buen seguro encontraréis en Google)
Totalmente de acuerdo con lo que dices. No en vano así lo reflejé en un post del año pasado y que lleva por título "Adiós a la conciliación, hola a la integración" (que no puedo adjuntar porque no me lo permite esta plataforma, pero que a buen seguro encontraréis en Google)
Esto me viene a la mente un compañero de trabajo que tuve en una empresa. Me intenté acercar a él para poder entablar una posible amistad aparte de tenerlo como compañero de trabajo. Cuando se dio cuenta de lo que trataba de hacer, me dijo que él no quería hacer amistades en el trabajo porque, según él, quería separar la vida personal de la vida laboral. Aunque en su momento me sentí mal, a día de hoy creo que él estaba equivocado: vida sólo hay una.
Esto me viene a la mente un compañero de trabajo que tuve en una empresa. Me intenté acercar a él para poder entablar una posible amistad aparte de tenerlo como compañero de trabajo. Cuando se dio cuenta de lo que trataba de hacer, me dijo que él no quería hacer amistades en el trabajo porque, según él, quería separar la vida personal de la vida laboral. Aunque en su momento me sentí mal, a día de hoy creo que él estaba equivocado: vida sólo hay una.
Hola @Raúl,
Es una pena que ocurra lo cuentas, pero es cierto que hay gente que ve amenazas a su seguridad laboral en todo. Un problema de ellos. ;)
Hola @Raúl,
Es una pena que ocurra lo cuentas, pero es cierto que hay gente que ve amenazas a su seguridad laboral en todo. Un problema de ellos. ;)