Getting Things Done - GTD
Tu salud y la productividad sin estrés: Top 5 cosas que debes saber
AUTOR: Mary WaltonTodos somos diferentes y tenemos diferentes hábitos. Aunque para algunas personas es más fácil saber qué les motiva y les mantiene concentrados, otras muchas no encuentran tan fácil ser productivos si están estresados. Todos hemos vivido el estar tumbados en nuestra cama despiertos en mitad de la noche pensando en tu trabajo y en cómo no hiciste todo lo que te prometiste a ti mismo que harías. Sin embargo, estar estresado constantemente por el trabajo puede tener graves consecuencias para tu salud, tanto física como mental. Algunos de los síntomas físicos incluyen dolores de cabeza, tensión muscular, palpitaciones cardíacas, problemas para dormir, problemas gastrointestinales, problemas de presión arterial y muchos más. Psicológicamente, puedes sentir depresión, ansiedad, pesimismo, irritabilidad, agresividad, aislamiento y mucho más.
Aunque hay muchas causas del estrés directamente relacionadas con el trabajo, algunas de las más notables pueden estar causadas por la organización personal. Si estás seguro de que te gusta tu trabajo y de que eres bueno en ello, puede que lo único que te falte sean algunas habilidades y hábitos de organización que aumenten tu productividad y no dejen espacio para el estrés.
1. Eliminar el desorden ayuda
A veces es cierto que cuanto más desordenado está tu espacio de trabajo, más desordenada tienes la mente. Esto pasa porque necesitas tener la menor cantidad de distracciones posible y centrarte en la tarea que estás haciendo. No obstante, también tienes que tener fácil acceso a aquello que vas a necesitar mientras estés realizando la tarea, porque te puedes distraer buscando en medio de todo el desorden lo que necesitas en concreto. Por esta razón, te conviene crear un ambiente limpio y manejable. Algunos consejos relacionados con esto son: limpiar tu bandeja de entrada, o separarla en carpetas que se distingan claramente, y hacer un esfuerzo para tirar todo lo que no necesitas.
2. Planificar, planificar y planificar
Si quieres pasar la jornada laboral sin estrés, lo mejor que puedes hacer es organizarte de antemano. Una vez que sepas qué debes hacer al día siguiente, cómo hacerlo, cuándo hacerlo y qué resultados esperar, la mayoría del estrés desaparecerá. Lo primero que puedes hacer es asignar tiempos a tus tareas. Simplemente calcula cuánto tiempo te llevará hacer algo y luego trata de ceñirte a él. Asegúrate de añadir algunas pausas entre tus tareas, porque no se puede estar concentrado todo el tiempo. Aún mejor, haz pequeños descansos como recompensa cada vez que termines una tarea difícil. De esta manera, tendrás algo que anhelar.
3. A veces decir “no” es crucial
Todos lo hemos vivido, tenemos muchas cosas que hacer y entonces alguien nos pide que hagamos alguna más. Sentimos que no debemos decir que no, especialmente si la petición viene de personas con más cargo que nosotros a nivel laboral. Sin embargo, es mucho mejor ser honesto y decir no a una determinada petición, que hacer un mal trabajo tanto en la nueva petición como en nuestras propias tareas. En la mayoría de los ambientes de trabajo saludables, los socios, jefes y compañeros de trabajo entenderán que estés desbordado. Saber cómo desintoxicarte de las tareas que no puedes terminar puede ser la diferencia entre un día de trabajo productivo sin estrés, y todo lo contrario.
4. Relajarse cuando no estás en el trabajo es una necesidad.
Hay días en los que no se puede terminar lo que se ha planeado, aunque esté muy bien planeado. Hay varias razones por las que pasa. Un simple dolor de cabeza puede hacer que las cosas no funcionen tan bien. Y no pasa nada. No intentes terminar todo a cualquier precio. Trata de no llevarte el trabajo a casa, no es bueno para tu salud mental. Cuando estés en casa, usa el tiempo para relajarte y recuperarte de los momentos difíciles en la oficina. Trata de no pensar demasiado en lo atrasado que estás y limita las veces que revisas tu correo electrónico.
5. Usa la metología GTD
El método GTD o Getting Things Done es un método que no es como ningún otro método de gestión existente. La mayoría de los métodos de gestión se centran en el tiempo, fomentando el uso de sistemas basados en el calendario o la priorización de tareas. El método GTD predica que nuestra productividad es proporcional a nuestra capacidad de relajarnos. Cuando estás relajado es cuando tienes el control final de la situación. Sin duda, es importante llegar a tiempo y hacerlo bien, pero lo importante es estar en un estado de relajación. El mismo principio se aplica a las artes marciales y a muchos otros campos de la vida.
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