Getting Things Done - GTD
La cultura de la distracción
AUTOR: Francisco Sáez"Estamos solos, pero tememos la intimidad. Las conexiones digitales ofrecen la ilusión de la compañía sin las exigencias de la amistad. Esperamos más de la tecnología y menos el uno del otro." ~ Dra. Sherry Turkle, Socióloga
Nos encontramos en el momento de la historia en el que los seres humanos estamos más conectados que nunca. Ninguna generación anterior se ha tenido que enfrentar a una situación similar.
Este altísimo grado de conectividad ha transformado nuestra manera de trabajar y, en general, nuestra de manera de vivir. Nos relacionamos y nos comunicamos de manera diferente. Incluso pensamos de manera diferente.
La tecnología moderna y los smartphones están imponiendo una forma de vida en la que las distracciones son una constante. El correo electrónico, las notificaciones de redes sociales, los wasaps, las alertas, etc. compiten por capturar tu atención a cada segundo.
Cada vez es más difícil mantener la concentración en una misma tarea durante mucho tiempo. Con tantas distracciones, cada vez te acostumbras más a ir saltando de tarea en tarea cada pocos minutos. La atención es algo que hay que entrenar, y esta avalancha de interrupciones produce el efecto contrario. Deteriora tu capacidad de concentración.
Aunque estar siempre conectado te proporciona muchas ventajas y una mayor seguridad, puede acarrear una serie de consecuencias negativas sin no se gestiona correctamente:
- Tu creatividad disminuye. Cuando tienes algo de tiempo libre, que tu cerebro podría utilizar para pensar creativamente, analizar problemas y buscar soluciones, es más probable que ahora lo dediques a chequear el correo electrónico o ver qué está pasando en Twitter. En 2019 los seres humanos pasamos de media 170 minutos al día conectados a internet.
- Tu eficiencia disminuye. El hecho de mover tu atención de una cosa a otra rápidamente hace que seas un 40% menos eficiente en aquéllo que estás haciendo. Además de perder una gran cantidad de tiempo, eres más propenso a cometer errores y a finalizar tus proyectos con una calidad inferior a la que podrías alcanzar con una atención plena.
- Tu productividad disminuye. La multi-tarea no existe. Tu cerebro no es capaz de concentrarse en dos tareas al mismo tiempo, aunque lo parece, porque sí es capaz mover su atención de una a otra a gran velocidad. Cuanto más entrenes a tu cerebro para hacer esto, menos capacidad tendrás para concentrarte en hacer lo que tienes que hacer. No importa que tengas un sistema de organización personal bien gestionado si fallas en la etapa de ejecutar las acciones.
- Tus relaciones con los demás empeoran, porque tu modo de actuar en esta sociedad hiper-conectada tiende a no mostrar la debida consideración a las personas que están presentes. Al atender constantemente a tu móvil cuando estás conversando cara a cara con alguien, le transmites que cualquier tontería es más importante que su conversación o su compañía.
Es realmente difícil dejar de prestar atención a un nuevo estímulo. Cuando el móvil suena indicando que alguien ha puesto un comentario en tu muro de Facebook, ¿cómo resistirse? Si te llega un correo nuevo, seguramente no es nada urgente, algo que puedes ver y contestar en cualquier otro momento. Pero, inmerso en esta cultura de distracción, tienes que mirarlo ya.
Es preocupante que los jóvenes de hoy reciban y envíen entre 3000 y 4000 mensajes al mes. ¿Se puede prestar una atención plena a cualquier actividad, y por lo tanto disfrutarla, si recibes una interrupción cada 7 minutos?
El smartphone contiene una tecnología increíble que te permite hacer infinidad de cosas que antes eran impensables, en cualquier momento. Y puesto que está en tu bolsillo todo el tiempo, se ha convertido una especie de estilo de vida.
Aprovecha las ventajas de la tecnología, pero evita las desventajas de la interrupción. Aprender a desconectar totalmente de vez en cuando, moderar tu ritmo de vida y reforzar tu atención con ejercicios que requieran cierta concentración durante una buena cantidad de tiempo.
Desactiva todas las notificaciones que generan tu smartphone, tablet, correo electrónico y redes sociales. En vez de vivir constantemente interrumpido y distraído, establece dos o tres momentos del día para revisar tu correo, tus feeds, redes sociales, etc. ¿Te preocupa que puedas perderte algo importante? Olvídate. Si algo es realmente urgente, alguien sabrá cómo contactar contigo.
La cultura de la distracción hace que tu capacidad de pensar de una manera profunda y creativa esté, a día de hoy, constantemente amenazada. Concebir ideas y llevarlas a la práctica requiere un tiempo de reflexión, y para eso necesitas un método de organización personal como GTD: si eres capaz de crear un espacio donde puedas pensar y reflexionar, podrás sacar adelante más cosas, con menos energía y menos tiempo.
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