“Hay tres constantes en la vida... el cambio, la elección y los principios.” ~ Stephen Covey
Los principios y las reglas pueden entenderse de manera diferente, así que en este artículo me referiré a los principios en su acepción de “ideas fundamentales que rigen el pensamiento o la conducta de alguien”, y a las reglas como “aquello que ha de cumplirse por estar convenido en una colectividad”.
Aunque ambas cosas determinan tu forma de actuar y tomar decisiones, las reglas vienen impuestas desde fuera y las has de cumplir para no incurrir en algún tipo de penalización (un castigo, una multa, un despido, una temporada en la cárcel, etc.) mientras que los principios son internos, y te empujan a hacer lo que crees que está bien o es correcto.
El mundo está lleno de reglas. La sociedad, la familia, el lugar de trabajo… en todas partes se establecen, no necesariamente de forma escrita u oficial, una serie de conductas adecuadas que sirven para establecer dónde están los límites.
Cuando los miembros de una comunidad—una empresa, una familia, un grupo—tienen unos principios de confianza firmemente establecidos, no es necesario crear reglas. La gente puede actuar con total libertad, porque sabes que su comportamiento y sus decisiones siempre van a cumplir determinados estándares.
Las reglas aparecen cuando los principios no están demasiado claros. Muchas empresas prefieren regular todos los aspectos del trabajo en vez de crear una cultura basada en ciertos valores. Las reglas son fáciles de imponer (“entra a las 9:00, sal a las 17:00”), pero su gestión tiene un coste elevado. Los principios hay que construirlos (“ten siempre en mente la satisfacción del cliente”) a base de dar ejemplo.
Trabajar sobre reglas es una fuente de estrés. Trabajar sobre principios es natural, no requiere esfuerzo.
¿Cuándo desarrollas tu mejor trabajo? ¿Cuando tienes la confianza y autonomía suficiente para hacerlo lo mejor posible, o cuando tienes a alguien diciéndote cómo debes hacer las cosas en todo momento?
¿En qué se basan tus mejores relaciones? ¿En la confianza que genera compartir unos valores adecuados, o en cumplir una serie de reglas que te hagan ser merecedor de esa relación?
Dedica un tiempo a tomar conciencia de los principios, valores y estándares por los que se rige tu vida y tu trabajo. Y compártelos con quien corresponda—tu equipo, tu pareja, tu familia, tus amigos. Si quieres crear algo que valga la pena, básate en principios y déjate de reglas.
4 comentarios
Muy buen post.
Enhorabuena
Muy buen post.
Enhorabuena
Mi enhorabuena por el post.
Y relacionado con él. ¿Podría ser una buena idea introducir en FT un apartado dentro de Perspectiva para describir tus Principios y Valores (algo similar al Propósito)?
Mi enhorabuena por el post.
Y relacionado con él. ¿Podría ser una buena idea introducir en FT un apartado dentro de Perspectiva para describir tus Principios y Valores (algo similar al Propósito)?
Xavier, Jorge, gracias por vuestros comentarios.
Tal como explica David Allen los niveles de perspectiva, los principios estarían en el nivel 1, junto al propósito. Es ahí donde deberías definir tus principios.
Xavier, Jorge, gracias por vuestros comentarios.
Tal como explica David Allen los niveles de perspectiva, los principios estarían en el nivel 1, junto al propósito. Es ahí donde deberías definir tus principios.
Me ha gustado mucho este artículo, por su claridad y por estar orientado a un trabajo muy positivo. Al mismo tiempo, no deja de lado la importancia de establecer reglas que ayuden en determinados momentos.
Muchas gracias, lo voy a compartir con varias personas que les interesará.
Me ha gustado mucho este artículo, por su claridad y por estar orientado a un trabajo muy positivo. Al mismo tiempo, no deja de lado la importancia de establecer reglas que ayuden en determinados momentos.
Muchas gracias, lo voy a compartir con varias personas que les interesará.