Productividad Personal
Pereza Productiva
AUTOR: Francisco Sáez"No son los madrugadores quienes hacen el mundo progresar. Son los hombres perezosos tratando de encontrar maneras más fáciles de hacer las cosas." ~ Robert Heinlein
Esta semana ha caído en mis manos un artículo no muy reciente en el que se hablaba de la holgazanería—o al menos, de cierta clase de holgazanería—desde un punto de vista bastante positivo. Aunque el artículo trata concretamente sobre por qué los usuarios de aplicaciones tratan de hacer las cosas sin complicarse mucho la vida, me parece que el fondo de la cuestión se puede aplicar de manera general al fenómeno de la productividad.
La primera vez que leí sobre el concepto de pereza productiva fue en The Lazy Project Manager, el sitio web de Peter Taylor, quien defiende el uso de un enfoque perezoso en el trabajo para lograr un mejor equilibrio con la vida personal.
Evidentemente, cuando se dice que la pereza es una manifestación de la inteligencia natural del ser humano, no se está hablando de esa clase de pereza que te lleva a estar todo el día tirado en el sofá viendo la televisión, sino de la que te lleva a buscar atajos y soluciones creativas para hacer una tarea con el mínimo esfuerzo.
En la Era de Internet, esta forma de pereza productiva se ha acentuado aún más y se está convirtiendo en un patrón de comportamiento natural para la nueva generación digital. Esta pereza tiene mucho que ver con nuestros instintos. La información que hay en internet es tan inmensa que necesitamos desarrollar mecanismos para buscar, filtrar y obtener resultados de una manera eficiente.
Ahora somos capaces de encontrar lo que queremos en Google tecleando tan solo un par de palabras acertadas. Somos capaces de escanear con la vista un artículo muy largo para dar rápidamente con la información que necesitamos, escondida en uno de sus párrafos… Este tipo de actividad en la que nuestro cerebro está siempre buscando el camino más corto, nos permite desarrollar estructuras de pensamiento mucho más complejas. En una palabra, nos hace más listos.
Puede que, en cierto sentido, ser productivo tenga algo que ver con ser perezoso. ¿Quién no prefiere hacer 3 tareas que tengan un buen impacto en su trabajo—y después ir a dar un paseo por la playa—, en vez de hacer 10 que no le hagan avanzar mucho—y encima, no tener tiempo para nada más? ¿Acaso no es el principio de Pareto otra forma de pereza productiva?
Puede que, en un mundo donde la gente pasa de una tarea a la siguiente sin apenas pensar, tumbarte durante media hora (despierto, claro) te permita reflexionar, y esa reflexión te lleve a realizar acciones de manera más eficiente. Puede que tu pereza sea una motivación para encontrar formas de hacer las cosas mejor.
Así que la próxima vez que tu cuerpo y tu mente se sientan cansados, no te sientas mal porque no puedes dar lo mejor de ti. Acéptalo y utilízalo positivamente. Piensa, descansa, holgazanea…
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2 comentarios
He comprobado que cuando te das unos minutos para no pensar en nada, durante las horas de trabajo, es cuando mejor fluyen las ideas o encuentras la solución al problema que tienes varios días buscando como resolverlo.
He comprobado que cuando te das unos minutos para no pensar en nada, durante las horas de trabajo, es cuando mejor fluyen las ideas o encuentras la solución al problema que tienes varios días buscando como resolverlo.
Sobre todo, cuando llegas a tu punto de saturación ;)
Gracias por compartir, @Jorge.
Sobre todo, cuando llegas a tu punto de saturación ;)
Gracias por compartir, @Jorge.