Productividad Personal
Habla contigo mismo para ser más productivo
AUTOR: Francisco Sáez"Habla contigo mismo como lo harías con alguien a quien amas." ~ Brene Brown
Si estás corriendo, tratando de lograr tu mejor marca personal en una carrera de 5km, seguramente a mitad de carrera te empezarán a asaltar serias dudas sobre si lo vas a conseguir o no. En pleno esfuerzo, con el corazón muy alto de revoluciones y la fatiga muscular acumulándose en tus piernas, vas a tener un deseo fortísimo de bajar el ritmo.
Pues bien, resulta que la mejor manera de frenar ese deseo es decirte a ti mismo que no necesitas aminorar. En primer lugar, debes imaginar el éxito de la prueba antes de empezar. En segundo lugar, debes silenciar los pensamientos negativos con un monólogo interior positivo durante la carrera.
Los psicólogos deportivos, entrenadores y atletas de élite llevan décadas utilizando este tipo de herramientas motivacionales, pero estudios recientes demuestran que la forma en que te hables a ti mismo influye en tu determinación para lograr objetivos, sobre todo en situaciones críticas.
Básicamente, pensar en lo duro que resulta el esfuerzo solo empeora las cosas, mientras que centrarte en lo que estás haciendo bien las mejora. Se trata simplemente de sustituir pensamientos del tipo “estoy demasiado cansado” por otros del tipo “¡sigue, que vas bien!”. No es que por pensar positivamente te vayas a fatigar menos, pero tu cerebro va a interpretar las señales que emite tu cuerpo de manera diferente. Y esa interpretación puede ayudarte a ganar esos segundos que necesitas para mejorar tu marca.
Este tipo de monólogo interno motivacional se puede aplicar a muchas áreas de tu vida, no solo al deporte. Decirte a ti mismo una y otra vez que un determinado proyecto es un rollo solo va a hacer que lo pospongas más veces, que tardes más en ejecutarlo por lo poco que te gusta, y que el resultado final sea bastante pobre cualitativamente. Piensa en por qué necesitas hacerlo, en tus objetivos a largo plazo, y anímate con pensamientos positivos: “¡Cuando termine esto estaré mucho más cerca!”.
Hablar contigo mismo puede ayudarte a enfocar tu pensamiento, a liberar miedos, a lograr metas y, en definitiva, a conocerte mejor, pero siempre que utilices las palabras adecuadas.
Y tú, ¿eres uno de esos que parecen estar hablando solos?
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