Productividad Personal
Porqué te quedas atascado en el status quo
AUTOR: Francisco SáezTodos nosotros, en mayor o menor medida, somos víctimas del efecto predeterminado (default effect). Cuando nos encontramos ante una cantidad de opciones para elegir, entre las cuales ya hay una opción predeterminada—una elección por defecto—, la mayoría de nosotros nos quedamos con la opción estándar. Es decir, elegimos no elegir.
Es verdad que los valores por defecto nos hacen la vida más fácil, ya que evitamos tomar muchas decisiones de manera activa. Algunas decisiones son tan complejas—¿cómo elegir un buen plan de jubilación? ¿o un seguro de vida?—que agradecemos que exista una opción predeterminada a la que acogernos.
Renegociar los acuerdos ya existentes (entre amigos, en el trabajo, con la compañía telefónica, etc.) puede reportar grandes beneficios, pero, admitámoslo, es una tarea dura y muchas veces desagradable.
Los expertos en marketing y publicidad, y los políticos, conocen muy bien este tipo de comportamiento psicológico y lo utilizan en sus campañas para influir en las decisiones de su audiencia. El color de un modelo de coche que más se vende es el que aparece en sus anuncios televisivos. El modelo de zapatillas de correr que más se vende es el que aparece en la portada del catálogo de cada temporada. Los planes de suscripción que más se contratan en las aplicaciones web son las que se enmarcan dentro de un recuadro que dice “mejor opción”. El régimen económico que se suele aplicar a un matrimonio es el que se regula por defecto en la región donde tiene lugar el matrimonio.
Pero vivir plácidamente en la comodidad de no tener que elegir porque alguien ha decidido ya una opción razonablemente buena para nosotros puede tener consecuencias muy importantes en determinadas circunstancias.
Según Rolf Dobelli, autor de El Arte de Pensar, el efecto predeterminado entra en acción incluso cuando no hay una opción por defecto. En esos casos, hacemos que nuestro pasado sea la opción por defecto. Por eso nos cuesta tanto abandonar el status quo, el estado en que están las cosas, aún cuando no están como nos gustaría o podrían estar mucho mejor.
La aversión a la pérdida es otro comportamiento psicológico que contribuye a mantener el status quo, ya que tomamos el estado en que están las cosas como un punto de referencia, y consideramos cualquier cambio como una pérdida. Algo completamente absurdo desde un punto de vista racional, pero así funcionamos.
Tenemos una fuerte tendencia a dejar las cosas como están, a pesar de que eso suponga una gran desventaja. Sin embargo, desafiar el status quo puede cambiar la forma de pensar y de comportarse del ser humano. Nos hace evolucionar. Así que sé valiente… y no te conformes.
4 comentarios
¿ Puede deberse a la Zona de Confort ?, está muy de moda hablar de esta zona y del miedo que nos da salir de ella.
Saludos
¿ Puede deberse a la Zona de Confort ?, está muy de moda hablar de esta zona y del miedo que nos da salir de ella.
Saludos
Sí, de hecho pienso que la "zona de confort" no es más que otra forma de llamar al "status quo".
Un saludo, Antonio!
Sí, de hecho pienso que la "zona de confort" no es más que otra forma de llamar al "status quo".
Un saludo, Antonio!
El fenómeno es que el cerebro está "cableado" de una determinada forma, tiene sus circuitos neuronales fruto de nuestros pensamientos, experiencia i actitudes. El cerebro es por definición conservador, va a elegir lo conocido, que por ende es lo que menos energía consume, pura estrategia de supervivencia. Elegir, evaluar opciones, analizar pros y contras y asumir la posibilidad de fracasar hace que tengamos 'pereza congénita' al cambio.
Estoy leyendo EnCambio, de Estanislao Bachrach.
El fenómeno es que el cerebro está "cableado" de una determinada forma, tiene sus circuitos neuronales fruto de nuestros pensamientos, experiencia i actitudes. El cerebro es por definición conservador, va a elegir lo conocido, que por ende es lo que menos energía consume, pura estrategia de supervivencia. Elegir, evaluar opciones, analizar pros y contras y asumir la posibilidad de fracasar hace que tengamos 'pereza congénita' al cambio.
Estoy leyendo EnCambio, de Estanislao Bachrach.
Totalmente de acuerdo con tus comentarios, Albert. Y gracias por la referencia, le echaré un vistazo.
Totalmente de acuerdo con tus comentarios, Albert. Y gracias por la referencia, le echaré un vistazo.