Getting Things Done - GTD
Toma el control con GTD: Captura
AUTOR: Francisco Sáez“Queremos que nuestras mentes estén limpias--no para poder pensar con claridad, sino para poder estar receptivos en nuestras percepciones.” ~ Mary Caroline Richards
Capturar es la primera de las fases que necesitas llevar a cabo para tomar el control de tu mundo. En la terminología GTD (Getting Things Done) se le llama también recopilar y, básicamente, consiste en identificar lo que ya tiene tu atención—lo que es potencialmente relevante en tu realidad actual.
En realidad, aunque no te des cuenta, ya capturas todo lo que es relevante para ti. Al menos, tu cerebro lo hace. Se trata de un acto inconsciente que se encarga de poner esa información en algún lugar de tu mente donde, además de no estar disponible para un análisis adecuado en el momento adecuado, está constantemente restándote capacidad de atención.
Por eso, si hay algo que está en tu cabeza, debes capturarlo inmediatamente. Anótalo en tu libreta, introdúcelo en tu aplicación de to-dos, regístralo en tu herramienta de planificación, escríbelo en la pizarra o incluso utiliza un post-it o una grabadora de voz. No importa cómo lo hagas, siempre que lo saques de tu cabeza y lo pongas en un sitio donde puedas revisarlo posteriormente con facilidad.
Si es algo que tiene que ver con un trabajo en equipo, es recomendable utilizar una herramienta de captura que permita compartir fácilmente lo que se captura entre los miembros del equipo.
No se trata de poner tu atención en esas “cosas” en el momento de capturarlas. Eso vendrá más tarde. Solo se trata de que reconozcas que ha surgido algo que produce un cierto desorden en tu vida, para así tener la oportunidad de gestionarlo en su momento. De esta manera consigues que esa disonancia deje de perturbar tu consciencia y puedes continuar concentrándote plenamente en lo que estabas haciendo.
Cuando estás empezando con GTD, hay dos errores muy comunes. El primer error es no capturar todo lo que hay en tu mente, lo que hace que pases por alto estos beneficios:
- Una mente vacía no te distrae constantemente con cosas sobre las que no puedes (o no debes) hacer nada en este momento. Y ya sabes que las distracciones aumentan tu estrés y disminuyen tu capacidad de atención y, por lo tanto, tu productividad.
- Al vaciar tu mente tienes una visión clara de todo lo que conforma tu realidad actual y eso es fundamental para tomar buenas decisiones.
- Al vaciar tu mente dejas de perder oportunidades debido a olvidos o a no haber tenido en cuenta ideas que parecían carecer de importancia.
El segundo error es no recopilar bien. Como dice mi buen amigo y experto en GTD, José Miguel Bolívar, “haces bien GTD cuando consigues aislar cada una de sus fases, cuando no mezclas inconscientemente varias de ellas al trabajar”. Así es como aprovechas de verdad todo el potencial de GTD. Cuando vienes de utilizar otros métodos (o ninguno), es muy habitual recopilar, procesar y organizar una nueva información, todo al mismo tiempo… y eso se parece mucho a no tener ningún método.
Artículos relacionados:
2 comentarios
La cita de JM habrá que repetirla porque están cierta como el día y la noche.
La cita de JM habrá que repetirla porque están cierta como el día y la noche.
Totalmente, Silvestre. Y muy habitual! ;)
Totalmente, Silvestre. Y muy habitual! ;)