Getting Things Done - GTD
Para ser productivo, confía en tu intuición
AUTOR: Francisco Sáez“En última instancia y siempre debes confiar en tu intuición. Hay muchas cosas que puedes hacer, sin embargo, para aumentar esa confianza.” ~ David Allen
En un momento cualquiera del día, ¿cómo decides qué es lo siguiente que debes hacer? Quizás estés todavía acostumbrando a definir tus prioridades asignando un número a cada una de tus tareas pendientes para luego elegir la que tiene el número más alto (aunque ese número lo asignaste hace 20 días, cuando la situación era completamente diferente a la actual). Trabajar con esa clase de prioridades, aunque habitual, es una muy pobre estrategia de gestión personal.
La respuesta que da GTD a esa pregunta puede resultar chocante a primera vista: ¡Confía en tu intuición!
Sin embargo, si realmente practicas GTD, sabes que esa respuesta no es, para nada, frívola. Si practicas GTD, conoces la importancia de hacer las cosas de acuerdo a los recursos disponibles en cada momento (contexto, tiempo y energía). También sabes que hay momentos en que tienes que hacer cosas y momentos en que tienes que definir qué cosas hay que hacer. Por último, si utilizas GTD, seguramente has reflexionado sobre tu propósito de vida, tus valores, tus áreas de responsabilidad y tus objetivos a largo plazo.
Cuando tienes todo eso interiorizado y, además, tienes un inventario completo de acciones a realizar, utilizar tu intuición para decidir qué deberías hacer a continuación es un enfoque totalmente efectivo.
Como muy bien explica Jerónimo Sánchez en este artículo, intuir no es un juego de azar cuando la intuición está bien informada: “intuir no es adivinar, intuir es permitir que tu cerebro haga reconocimiento de patrones complejos, y para ello es necesario que lo «alimentes» con información suficiente y relevante”.
El método Getting Things Done habla de tres modelos que te pueden ayudar a tomar las mejores decisiones en el ámbito de la productividad personal:
- El modelo de cuatro criterios para elegir acciones en el momento. ¿En qué contexto te encuentras? ¿Cuánto tiempo tienes? ¿Cómo te encuentras? Finalmente, de todo lo que puedes hacer, ¿qué es lo más importante?
- El modelo triple para evaluar tu trabajo diario. ¿Es el momento de hacer el trabajo previamente definido o es el momento de definir nuevos trabajos? ¿O quizás se trata de un momento puntual en el que debes hacer algo que simplemente acaba de surgir?
- El modelo de seis niveles para la revisión de tu propio trabajo. Si tienes tus acciones y proyectos alineados con niveles de perspectiva más elevados, tus prioridades quedarán perfectamente definidas.
Olvídate de las prioridades tal como las conoces. Anota cualquier cosa que vaya surgiendo sobre la que necesites pensar o hacer algo. Después, procesa esas notas y decide si realmente quieres o debes hacer algo con ellas. Si no es así, tíralas a la papelera o guardalas en la lista Algún día/Tal vez para tenerlas en consideración en el futuro. Organiza correctamente las acciones y proyectos que decides llevar a cabo.
Si sabes todo lo que tienes que hacer y lo que no tienes que hacer, y además conoces bien los modelos mencionados anteriormente, tomar la mejor decisión sobre tu siguiente acción es muy fácil. Solo tienes que confiar en tu intuición.
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