Productividad Personal
¿Objetivos basados en propósitos o en beneficios?
AUTOR: Francisco Sáez
"Un objetivo no siempre está destinado a ser alcanzado; a menudo sirve simplemente como algo a lo que apuntar." ~ Bruce Lee
Seguramente ya has vuelto de tus vacaciones y has estado pensando en cuáles serán tus objetivos para este nuevo año, tanto a nivel personal como profesional. Si es así, ¡enhorabuena! Definir tus objetivos supone un importante estímulo para lograr resultados en esta vida.
Pero antes de que termines de decidir cuáles serán tus próximos objetivos, deja que te hable sobre una interesante investigación que describe Daniel Pink en su libro La sorprendente verdad sobre qué nos motiva.
Unos investigadores preguntaron a un grupo de estudiantes, que estaban terminado su etapa universitaria y se disponían a enfrentarse al mundo real, qué objetivos tenían en su vida. Las metas que mencionaron se podían clasificar en dos categorías: metas extrínsecas o basadas en beneficios (como ser rico o famoso) y metas intrínsecas o basadas en propósitos (como aprender, crecer o ayudar a los demás).
Un par de años después encuestaron de nuevo a esos mismos estudiantes. Los que habían definido unas metas de propósito y las estaban alcanzando, mostraron — como cabía esperar — mayores niveles de satisfacción y bienestar, y menores niveles de estrés. Sin embargo, los que habían definido metas de beneficios y las estaban logrando, no mostraban un mayor nivel de satisfacción que cuando eran estudiantes. No sólo no eran más felices, sino que mostraban niveles de ansiedad mucho más elevados.
En estos casos, el hecho de lograr los objetivos no ayudaba a tener una vida mejor. Esta insatisfacción puede incluso llevar a un círculo vicioso, en el que conseguir una mayor riqueza parezca la solución. Como conclusión, se puede decir que alcanzar objetivos no te hará más feliz; alcanzar los objetivos correctos es lo que te hará más feliz.
De estos estudios, y también del sentido común, se pueden extraer algunas cosas:
- No elijas objetivos que dañen tus relaciones con los demás.
- No elijas objetivos que impliquen un comportamiento carente de ética.
- No elijas objetivos tan restringidos y limitados que no puedas “ver” fuera de ellos.
- Elige objetivos buenos, significativos, basados en motivaciones intrínsecas, que dejen espacio para las relaciones con los demás y para las cosas que de verdad importan.
Por lo general, es más probable que las metas que se basan en propósitos sean significativas y motivadoras. Cuando estableces una meta de propósito, te estás enfocando en los valores e ideales que son importantes para ti, en lugar de solo en los resultados tangibles que esperas lograr. Esto hará que sea más fácil mantenerte motivado y comprometido con el logro de tu objetivo, incluso cuando aparecen desafíos y contratiempos.
Si practicas GTD, probablemente ya hayas definido tu propósito de vida, y ese trabajo de conocimiento personal te permita siempre definir unos objetivos acordes con tus principios y valores. Esos objetivos te ayudarán a trabajar con perspectiva, alcanzar tus metas, vivir con menos estrés y ser más feliz. ¿Se puede pedir más?
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