Getting Things Done - GTD
¿Por qué quieres practicar GTD?
AUTOR: Francisco Sáez“Donde no hay visión, el pueblo perece.”
Sin duda, hay personas que tienen un mayor deseo de estar organizadas, de tenerlo todo bajo control. Son personas que necesitan saber cómo es el mapa sobre el que se mueven, hacia dónde quieren ir y en que posición se encuentran en todo momento.
Otras personas, sin embargo, quieren estar organizadas porque su vida resulta un tanto caótica y han visto en alguna parte—leído u oído—que un determinado método o herramienta o aplicación puede ayudarles a controlar mejor la situación, simplemente porque ya ha ayudado a otras personas.
Entre los usuarios de FacileThings encuentro personas de los dos tipos, aunque diría que al menos tres de cada cuatro pertenecen al segundo. Para los primeros, encontrar un metodo como GTD resulta ser un momento “¡Ajá!” y aplicarla suele ser algo relativamente sencillo porque encaja perfectamente con esa estructura de mapa que ellos necesitan. Para los segundos es mucho más complicado, pues aplicar GTD se convierte en un juego de ensayo y error que unas veces termina bien y otras termina siendo realmente frustrante.
Muchas veces, la diferencia entre los dos tipos de personas está simplemente en la visión que tienen de sí mismas. Tiene muy poco sentido que nos comprometamos a practicar GTD si no tenemos una visión clara de por qué lo hacemos y de qué puede aportar esta filosofía a nuestra vida. Si no conocemos las razones de por qué éste podría ser nuestro camino a seguir, practicarlo se convertirá en una nueva batalla sin sentido.
Si tenemos clara esta visión—cómo queremos estar de aquí a unos años, cómo queremos utilizar nuestro tiempo de acuerdo a nuestros valores y principios—, tendremos un gran apoyo para adquirir la disciplina y constancia necesarias para que practicar GTD sea un camino de rosas, el camino por el que llegaremos a tener ese estilo de vida pausado y sin estrés, aunque infinitamente productivo, que queremos alcanzar.
Cualquier idea superficial que tengamos sobre nuestro desarrollo personal, sobre convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos, se irá al garete en cuanto aparezcan los primeros problemas. Iremos posponiendo la práctica organizada de GTD en pos de las nuevas urgencias y crisis que van surgiendo. Utilizar la metodología se convertirá rápidamente en algo secundario y opcional, y volveremos de nuevo a la casilla número uno del tablero de juego.
Si quieres conocer y aplicar GTD de una forma comprometida, necesitas tener una visión propia de tu futuro, una visión esencial y meditada. Porque GTD es el camino, una forma de vida que se practica todos los días, y si no hay un destino claro, el camino pierde todo su sentido.
La visión te acompaña cada día y te sirve de apoyo para recorrer el camino. Está relacionada con tus valores, tus principios básicos, y tu idea de lo que es importante en la vida. La visión es una imagen ideal de tu futuro, desprovista de todo conocimiento sobre cómo llegar a ella (el cómo se hará evidente con el tiempo).
Así que antes de empezar, pregúntate por qué crees que necesitas GTD. ¿Cómo estás en tu trabajo, en tus relaciones con los demás y contigo mismo? ¿Cómo quieres estar? Haz una declaración de tu visión.
2 comentarios
Interesante reflexión, aunque creo que un poco limitada. Efectivamente, tener un propósito claro y una visión bien definidos, ayudará a muchas personas a adoptar GTD. Sin embargo, en mi experiencia, aun si no tienes ese nivel de perspectiva, pero eres capaz de darte cuenta de la cantidad de creencias equivocadas que tienes sobre la productividad personal (planificación, priorización, multitarea...), el efecto es casi idéntico. De ahí la importancia de desmontar creencias antes de aprender GTD.
Interesante reflexión, aunque creo que un poco limitada. Efectivamente, tener un propósito claro y una visión bien definidos, ayudará a muchas personas a adoptar GTD. Sin embargo, en mi experiencia, aun si no tienes ese nivel de perspectiva, pero eres capaz de darte cuenta de la cantidad de creencias equivocadas que tienes sobre la productividad personal (planificación, priorización, multitarea...), el efecto es casi idéntico. De ahí la importancia de desmontar creencias antes de aprender GTD.
Estoy de acuerdo contigo, Jero. La visión a la que me refiero en este artículo no es la visión completa de nuestro futuro que definimos en los 6 niveles de perspectiva de GTD. Es una visión más concreta, que trate de dar una respuesta al por qué utilizar una metodología para organizarse. Y, por supuesto, solo sería necesaria para aquellos que no tienen ya la motivación necesaria para ello.
Estoy de acuerdo contigo, Jero. La visión a la que me refiero en este artículo no es la visión completa de nuestro futuro que definimos en los 6 niveles de perspectiva de GTD. Es una visión más concreta, que trate de dar una respuesta al por qué utilizar una metodología para organizarse. Y, por supuesto, solo sería necesaria para aquellos que no tienen ya la motivación necesaria para ello.