Getting Things Done - GTD
La productividad no viene porque sí
AUTOR: Francisco Sáez“GTD no es para mí”, “No soy una persona organizada”, “No encuentro la aplicación ideal”. Estas son algunas de las excusas que más escucho decir a las personas que han intentando, sin conseguirlo, poner orden en el caos que reina en sus vidas. ¿Intentado? No sé si se puede cosiderar un intento real probar algo sin total convicción durante un par de semanas. Si llevas 10 años comiendo a base de fritos y bollería, ¿sería realista querer mantener el colesterol a raya en tan sólo dos semanas? Yo tardé algunos meses en conseguir cambiar mis hábitos alimenticios, y algunos más en obtener resultados.
Invariablemente, al cabo de un tiempo, vuelvo a oir en esas personas las mismas quejas que antes: “Necesito que los días tengan 48 horas”, “No tengo tiempo para eso”, etc. No, el mundo no va a cambiar y los días seguirán siendo de 24 horas… así que tendrás que hacer algo. La productividad no viene por sí sola, ni es algo que nadie pueda conseguir por nosotros.
Tienes que obligarte y ser constante, practicar una y otra vez hasta que consigas que ciertos comportamientos sean automáticos y, al final, no requieran ningún esfuerzo. La productividad viene como consecuencia de combinar estos tres hábitos esenciales:
- Anota todo lo que pueda ser un compromiso, en el mismo momento en que piensas en ello. Si no lo haces, corres el riesgo de perderlo de vista y creas un estrés innecesario.
- Decide que vas a hacer con cada una de tus cosas. Aclara su significado y decide los siguientes pasos a dar. Tener muchas cosas indefinidas en tu mente que no pueden avanzar es lo que provoca esa sensación de caos.
- Revisa tus cosas. Si has anotado todo y has dedicido el siguiente paso para cada cosa, pero no lo revisas cuando corresponde, pierdes la oportunidad de avanzar.
Hacer primero las acciones más urgentes—e improductivas—, dejar para mañana las tareas más difíciles o las que menos nos gustan, confiar en que no nos olvidaremos de las cosas… son comportamientos que están grabados a fuego en nuestro ser. Para cambiar esos hábitos es necesario que te esfuerces y seas una persona proactiva.
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