Productividad Personal
La Falta de Atención está Matando tu Productividad
AUTOR: Francisco SáezResulta curioso que cuando nos damos cuenta de que nuestra productividad personal no es tan buena como nos gustaría, lo primero que hacemos es buscar nuevos sistemas, métodos o aplicaciones que nos ayuden a estar mejor organizados. Instintivamente, echamos balones fuera: “Si no soy productivo es porque las herramientas que utilizo no encajan bien conmigo”.
Pero la productividad personal es una cuestión de hábitos y eso quiere decir que, en esta película, el actor principal eres tú. Incluso teniendo unos hábitos organizativos adecuados y utilizando herramientas que te sirvan y te gusten, siempre va a haber momentos en que no serás especialmente productivo. Pueden ser momentos puntuales en el día, o una sucesión de varios días.
En estos casos el problema suele ser una cuestión de atención (o de foco, como se suele decir últimamente por culpa del anglicismo focus). Porque, seamos claros, mantener la atención en la tarea que estás realizando es fundamental para poder tacharla en tu lista de acciones pendientes. De hecho, es infinitamente más importante que la metodología organizativa que utilices, el software sobre el que te apoyes, o la infinidad de trucos productivos que emplees a lo largo del día para ganarle algo de tiempo al reloj.
Al final, quieras o no, hay que hacer las cosas. Es difícil rendir siempre al máximo—en cualquier disciplina—, pero si eres capaz de gestionar bien tu atención, volver a la senda de la productividad después de un pequeño bache será pan comido.
Lo primero que tienes que saber es que tu atención, tu capacidad de mantenerte concentrado en una tarea intelectual o creativa, es un recurso escaso que se agota. Por lo tanto, después de un periodo largo de concentración es conveniente un periodo más corto de “desconcentración”, es decir, un periodo en el que dejas descansar ese recurso para que recupere su capacidad inicial (como si de recargar la batería de un móvil se tratara).
Tú sabes en qué nivel se encuentra tu atención. Cuando se agote, en vez de continuar trabajando (lo que puede ser muy frustrante), debes intentar recuperarla desconectando: Tómate un descanso, duerme la siesta, da un buen paseo, conversa con alguien, relájate escuchando música o dedícate a meditar.
La falta de sueño afecta a tu nivel de estrés y productividad. Dormir bien es esencial para tener un día productivo. Cuando duermes, tu capacidad de atención se recarga. Con un buen descanso, esta carga estará al máximo; por eso se recomienda hacer las tareas que requieren una mayor concentración al principio del día. Piensa también que si estás con la reserva llena y no las utilizas, se irá perdiendo poco a poco, desaprovechada.
Si te gusta el café, un consumo moderado en determinados momentos del día pueden incrementar tu atención y, por tanto, tu productividad. Esta es una cuestión personal sobre la que hay diferentes opiniones, pero ciertos estudios indican que los efectos de la cafeína pueden impulsar tu productividad.
Personalmente, encuentro que realizar ejercicio físico es probablemente la mejor manera de eliminar estrés y mantener una elevada capacidad de concentración. También existen estudios que sugieren una correlación entre el ejercicio físico y la productividad.
Según Daniel Goleman, el vínculo entre atención y excelencia se halla detrás de casi todos nuestros logros. Tu capacidad de atención es un gran activo y una habilidad que te conviene desarrollar al máximo, no solo para ser más productivo, sino para hacer las cosas mejor, alcanzar tus metas y mantener unas relaciones interpersonales saludables.
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3 comentarios
Hola Francisco:
Mas razón que un santo. Parece que me conoces. Acabo de asumir que mi principal problema para no ser productivo... soy yo mismo.
Ahora tengo que intentar ponerle remedio.
Un saludo
Hola Francisco:
Mas razón que un santo. Parece que me conoces. Acabo de asumir que mi principal problema para no ser productivo... soy yo mismo.
Ahora tengo que intentar ponerle remedio.
Un saludo
Una reflexión interesante. La productividad es de hábitos, y no son tan sencillos de lograr.
Una reflexión interesante. La productividad es de hábitos, y no son tan sencillos de lograr.
Gracias por comentar, @Olmo!
Ánimo, @Francisco José. El primer paso es reconocerlo... a partir de ahí, a mejorar ;)
Gracias por comentar, @Olmo!
Ánimo, @Francisco José. El primer paso es reconocerlo... a partir de ahí, a mejorar ;)