Productividad Personal
Autogestión versus gestión del tiempo
AUTOR: Francisco Sáez“La gente en general, y los trabajadores del conocimiento en particular, crecen de acuerdo a las exigencias que se hacen a sí mismos.” - Peter F. Drucker
No cabe la menor duda de que la gestión del tiempo ha adquirido en las últimas décadas una gran relevancia en nuestra sociedad. La sensación de “tener mucho que hacer y poco tiempo disponible” no es ajena a casi nadie. Nos hemos dado cuenta de que el tiempo es un recurso muy valioso y de que, para ser eficientes, hemos de aprovecharlo de forma óptima, buscando el mejor resultado posible con el menor esfuerzo.
Para añadir más complejidad a esta gestión, los cambios son una constante en la actualidad, las fronteras entre nuestras responsabilidades son cada vez más difusas y el equilibrio entre vida profesional y personal es cada día más difícil de conciliar.
Las consecuencias de no gestionar bien nuestra vida son demasiado importantes como para obviarlas. Entre ellas, un incremento importante de nuestros niveles de estrés y ansiedad, que se está convirtiendo en la enfermedad del siglo XXI. No en vano es la mayor causa de bajas laborales hoy en día.
La gestión del tiempo ha ido evolucionando y adaptándose a la propia evolución de la sociedad, añadiendo en cada etapa nuevos métodos, tecnologías y hábitos de trabajo para poder tener nuestro mundo bajo control.
En una primera etapa se empezó a reconocer que había una gran número de actividades a las que dedicar nuestro tiempo y energías. Se trató de buscar una memoria donde almacenarlas y aparecieron las listas de tareas.
La segunda etapa trató de integrar las actividades en el tiempo futuro. Aparecieron los calendarios y agendas y se empezó a planificar en el tiempo.
La tercera generación supuso un avance muy importante. Se añadió la idea de dar prioridades y establecer comparaciones entre el valor de las diferentes tareas. Aquí se empiezan a definir objetivos y se prioriza en función de ellos. Para la mayoría, sobre todo en el mundo empresarial, éste es el sistema que aún prevalece.
Sin embargo, ya hace años que surgió una cuarta generación muy diferente, más centrada en la gestión del individuo que en la gestión del tiempo propiamente dicha.
En una sociedad en la que las tareas repetitivas y rutinarias se están automatizando y la aportación principal de la mayoría de trabajadores es el conocimiento, cada individuo debe ser capaz de gestionarse a sí mismo, definir su trabajo, establecer objetivos y hacerse responsable del valor que puede aportar.
La autogestión es la capacidad de priorizar objetivos, decidir qué se debe hacer y ser responsable de completar las acciones necesarias. Una habilidad fundamental hoy en día es ser capaz de diferenciar claramente lo importante de lo urgente, y de poner tanto nuestra atención como nuestra energía en aquello que nos lleve a nuestros más altos objetivos, lo que contribuye a nuestros valores.
Una forma de mejorar tus habilidades de autogestión es utilizar métodos de gestión personal que te ayuden a organizarte de una manera efectiva y coherente, definiendo claramente tus objetivos en cada una de tus áreas de enfoque, y ejecutando acciones en función de tus prioridades.
No hay comentarios