Lo primero es lo primero

Desgraciadamente, no tendremos nunca el tiempo suficiente para realizar todas las cosas importantes que podríamos aportar en nuestra vida y en nuestro trabajo.

Por lo tanto, siempre hay que tomar una decisión sobre qué tareas son más importantes en cada momento, cuáles merecen nuestra atención. La cuestión es si esa decisión la tomarás tú o la tomarán las presiones de tu entorno.

Si dejas que sea el entorno quien tome la decisión, las tareas urgentes tendrán siempre prioridad sobre las importantes. Todo se pospondrá y no conseguirás hacer nada importante.

Según Peter Drucker, la gente efectiva tiene muy claro que lo primero es lo primero, es decir, elige qué es ahora mismo lo más importante entre todo lo que tiene que hacer, y se atiene a la decisión.

Además, dice Drucker, la gente efectiva hace una sóla cosa cada vez. De esa manera, pueden hacer las cosas en menos tiempo y con más eficacia. No se trata de volverse loco haciendo muchas cosas al mismo tiempo, sino de establecer un camino claro, e ir recorriéndolo sin prisa pero sin pausa.

Ser efectivo implica decidir qué es importante hacer ahora y qué hay que posponer para hacerlo en otro momento. Una persona efectiva se compromete al 100% con la tarea en la que está concentrada ahora mismo. Después revisa la situación, para elegir la siguiente acción con la que comprometerse al 100%.

La capacidad de concentración es, pues, una habilidad que necesitas desarrollar para ser efectivo. La concentración es necesaria para obtener resultados, y para concentrarte necesitas una fuerte disciplina y la determinación de decir no a todo lo que pueda distraerte o ponga en peligro la consecución de los resultados que quieres.

Cuanto más comprometido estés en contribuir positivamente en tu entorno, más vas a necesitar reservar bloques de tiempo continuos para poder llevar a cabo esas contribuciones.

Otro comportamiento habitual de la gente efectiva es dejar de invertir tiempo y energía en proyectos que evaluaron como importantes en el pasado, pero que han dejado de serlo, por el motivo que sea.

Cuando vayas a empezar un nuevo proyecto o actividad, evalúa las que actualmente están en curso. ¿Hay alguna que haya dejado de ser interesante, que no produzca los resultados deseados? Si es así, considera eliminarla para mantener un equilibrio sano de proyectos “en curso”. Si no lo haces, pronto tu sistema organizativo dejará de ser manejable.

La mayoría de la gente tiene un apego exagerado a sus decisiones del pasado y, como consecuencia, están demasiado ocupados en tareas poco importantes. Eliminar lo viejo de manera sistemática es la única forma de dar entrada a lo nuevo.

Peter Drucker da los siguientes consejos para identificar prioridades:

• Elige futuro en vez de pasado.
• Elige oportunidad en vez de problema.
• Elige tu propia dirección en vez de la de otra persona.
• Elige lo que marca una diferencia en vez de lo fácil y seguro.