Getting Things Done - GTD
Ganar control a través de la captura (Parte I)
AUTOR: Francisco Sáez
"Siempre llevaba dos libros en el bolsillo, uno para leer y otro para escribir." — Robert Louis Stevenson
Ganar control a través de la captura:
1. Ganar control a través de la captura – Parte I
2. Journaling, otra forma de capturar
3. Ganar control a través de la captura – Parte II
4. El hábito de capturar
5. Herramientas de captura y buenas prácticas
Capturar es la primera fase para ganar control en tu vida y lograr una relación positiva con tu entorno y con los compromisos que adquieres.
El objetivo de capturar es identificar lo que es relevante para ti en cada momento. Se trata de ser consciente de qué cosas están captando la atención de tu mente y, por lo tanto, es un ejercicio que puede tener beneficios muy importantes a nivel personal.
Las cosas que van bien en un momento, o que van “como deberían ir”, no van a llamar tu atención de ninguna manera. Si tu coche funciona correctamente y cumple su cometido, no pensarás probablemente en él. Si tus hijos están creciendo, aprendiendo y siendo felices, no sentirás que necesites hacer algo al respecto.
Son las cosas que no están tal como te gustarían las que harán clic en tu cabeza. Estas disonancias se producen constantemente, a modo de interrupciones en tu línea de pensamiento. Cuando sientes hambre, cuando alguien menciona algo que resulta de tu interés, cuando tu coche empieza a hacer ruidos raros.
Adquirir el hábito de percibir esas disonancias y anotarlas para potencialmente hacer algo al respecto es el primer paso para vivir una vida productiva, significativa y relativamente calmada. El simple hecho de escribirlas o registrarlas en algún sitio para hacer algo más tarde hace que tu cerebro las considere de alguna manera “tratadas” y se libere de ellas.
Por el contrario, no hacer caso de estas cosas sólo será una forma de generar estrés en tu vida, porque no van a desaparecer de tu cabeza así como así.
El barrido de mente
La manera más sencilla de empezar a ganar control a través de la captura es mediante el proceso que en GTD se denomina barrido mental.
Se trata de un ejercicio que te fuerza a pensar en cada uno de los aspectos supuestamente importantes de tu vida, tanto personales como profesionales, para que identifiques y anotes las disonancias que encuentras en cada uno de ellos. Es decir, para que captures las cosas que en este momento no son como deberían ser.
El barrido de mente es algo que deberías obligarte a hacer cada cierto tiempo, ya que es muy difícil navegar de manera natural por todos los niveles de la conciencia de tu mente, para encontrar todo lo que requiere tu atención.
En este artículo te explico en detalle en qué consiste y cómo hacer un barrido mental cada vez que necesites recuperar el control de tu vida, y en este tutorial puedes ver cómo realizar un barrido de mente de manera guiada utilizando la aplicación FacileThings.
Los horizontes de enfoque
Cuando haces un barrido de mente visitas uno a uno los diferentes aspectos que conforman tu vida personal y profesional para identificar qué cosas hay incompletas a día de hoy, cosas que se deben traducir en acciones a realizar para ganar control y equilibrio.
Pero todavía hay otras cuestiones más sutiles que merecen visitarse regularmente como parte de un proceso más elevado de captura. Son los llamados niveles de perspectiva.
Proyectos
La mayoría de los proyectos pendientes se hacen evidentes al realizar el proceso del barrido de mente. Comprar un nuevo coche, hacer una campaña de marketing, arreglar el calentador del agua, etc.
Sin embargo, hay otros proyectos más difíciles de identificar y capturar, porque no los consideramos problemas reales ahora mismo. Se trata de situaciones que probablemente estén en tu radar pero a un nivel más subconsciente. Tus padres se van haciendo mayores y ya no pueden hacer bien algunas cosas que antes hacían, tu relación con algún colega del trabajo se está volviendo incómoda, no has pensado nada sobre tus próximas vacaciones, etc. Es difícil reconocer este tipo de distracciones mentales como algo que necesita ser resuelto.
Áreas de Enfoque
Las áreas de enfoque son los aspectos relevantes de tu vida a los que necesitas prestar atención. A veces resulta que tenemos más áreas de enfoque de las que creemos.
Por ejemplo, es cada vez más habitual que la simple descripción de un trabajo implique un desarrollo más amplio de tus capacidades. Tu trabajo de “programador” puede que implique otras labores ocultas, como gestionar proyectos, responsabilizarte de enseñar cosas a un nuevo empleado, solucionar problemas a clientes, escribir documentación, o incluso hacer algo de marketing.
En tu vida personal, nada llama tu atención cuando todo está en equilibrio. Pero las cosas van cambiando y tu atención debe moverse de unas responsabilidades a otras. Tu hija se hace mayor y se independiza, requiriendo menos atención por tu parte; sin embargo, tus padres se hacen mayores y necesitan una ayuda que antes no era necesaria. Terminas de pagar la hipoteca de tu casa, y tus finanzas dejan de preocuparte; pero después tu coche se muere de repente, y tienes que pedir un nuevo préstamo. Dispones de más tiempo libre, pero a la vez, hay más cosas que te interesan y quieres hacer. Una reciente lesión en la espalda aconseja cuidarse y hacer ejercicio.
Capturar todas estas cosas fuera de tu cabeza puede dar mucha claridad a tu vida.
Objetivos
¿Y qué pasa con el futuro? Definir objetivos te ayuda a tener conciencia ahora mismo de cosas que serán necesarias en el futuro.
Si ya has definido un plan estratégico para los próximos años, estás cubierto, nada que capturar aquí. Pero si no lo tienes, o sólo has pensado parcialmente en algunas cosas, esta es una zona importante de captura. Es muy posible que tengas que hacer cosas ahora para que en el futuro puedas lograr las metas que te planteas. Por ejemplo, ahorrar ahora para que tu hija pueda estudiar lo que quiere en unos años, en una universidad lejana.
Este tipo de compromisos no suelen estar a la vista en un mundo lleno de distracciones, y es necesario pensar en ellos de manera anticipada para que no sea tarde cuando tomen una forma más real.
También es posible que quieras definir nuevos objetivos en algunas áreas de tu vida, como ponerte en forma, adelgazar unos kilos, viajar y conocer otras culturas, etc.
Visión
Un peldaño más arriba se encuentra la visión de cómo te gustaría que fuera tu vida en un futuro. Pensar en ello, visualizar imágenes tanto de tu vida personal como de tu carrera profesional, es un ejercicio interesante para capturar cosas que deberían ayudarte a convertir esa visión en realidad.
¿Vivir en Nueva York? ¿Tener una familia numerosa? ¿Crear tu propia empresa? ¿Retirarte a un lugar con sol y playa? La visualización de tu éxito futuro debería motivarte a empezar a capturar los pequeños trabajos que te llevarán allí.
Propósito y principios
Como en los apartados anteriores, si tienes la sensación de que las cosas que haces cumplen con tu propósito de vida y con tus valores, no hay nada que capturar aquí.
Pero si tus acciones y proyectos no están alineados con tu propósito, no vas a tener nunca una sensación real de plenitud y tranquilidad. A lo mejor no estás haciendo un trabajo que te llene, o lo haces con personas que no se comportan según tus principios.
En este nivel, las disonancias requieren decisiones importantes, pero poca gente se para a reflexionar sobre ello como debería. Es duro reconocer que tu vida no se está ajustando a tus expectativas, pero es tonto no hacer nada al respecto.
También es posible que no tengas un propósito demasiado claro en estos momentos, o que se vaya modificando ligeramente a lo largo de los años, o incluso drásticamente si ocurre algún evento trascendental. Pero es bueno que reflexiones sobre esto de vez en cuando para asegurarte de que estás haciendo lo correcto, o para corregir el rumbo si no es así.
En cualquier caso, cuando algo ronde tu cabeza, grande o pequeño, sea al nivel que sea, escríbelo; captúralo. Pónlo en tu sistema. Ya habrá tiempo de eliminarlo en caso de no ser finalmente relevante.
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