Productividad Personal
Para mejorar hay que seguir jugando
AUTOR: Francisco Sáez“Los campeones siguen jugando hasta que lo hacen bien.” ~ Billie Jean King
Crear y dirigir una startup es una tarea dura. Afortunadamente, existen métodos que te enseñan a gestionar el día a día y te ayudan a lograr el producto que tus clientes quieren. Metodologías como Lean Startup dibujan un marco de actuación y ponen orden en un proceso que tiene tendencia al caos.
El camino está siempre lleno de incertidumbre, pero si tienes clara tu visión, se trata de empezar a trabajar, medir resultados y aprender de ellos. Equivocarse es normal y sucede a menudo (sobre todo en mi caso). Pero cada equivocación te lleva a una corrección en la dirección. En realidad, tanto los aciertos como las equivocaciones te ayudan a desarrollar un mejor producto, si estás dispuesto a aprender.
Del mismo modo, desarrollar la mejor versión de ti mismo es algo complicado. Ser más eficiente, vivir más tranquilo, ser más feliz… no es fácil. Afortunadamente, también existen metodologías como GTD, que te enseñan a gestionar tu atención, a liberar el estrés y, en definitiva, a ser mejor. También GTD propone un marco de actuación que pone organización en un proceso personal que, por su naturaleza, tiende al desorden.
Sin embargo, al principio de usarlo, GTD resulta engañoso. Es como un espejismo. Como los procesos que lo componen son muy fáciles de entender y se basan totalmente en el sentido común, tienes la sensación de que lo vas a adoptar de una manera prácticamente instantánea. Pero pronto se empieza a diluir esa imagen.
Es muy probable que a veces, sobre todo cuando estás implantando en tu vida comportamientos nuevos para tratar de ser más efectivo, te sientas culpable por no estar haciendo exactamente lo que la metodología dice, o por utilizar atajos (como capturar y procesar al mismo tiempo), o por evitar hacer algún proceso que te resulta engorroso (la Revisión Semanal, por ejemplo).
Y es muy probable que falles, que termines cayendo del vagón. Como mucha gente, pensarás que si no has conseguido ponerlo en práctica a la primera ya no lo conseguirás, y ni siquiera volverás a intentarlo.
Pero piensa que sólo puedes equivocarte cuando estás jugando a algo, y que cuántas más veces juegues y más veces te equivoques, más cerca estarás de ganar. Para mejorar hay que seguir jugando.
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