El camino hacia el desarrollo personal

Por mucho que desarrolles las habilidades necesarias para mejorar cualquier aspecto de tu vida, siempre será posible mejorar todavía más. No hay un libro, ni un método, ni una persona, ni una herramienta que pueda llevarte a la perfección en ningún área de tu vida. Mejorar uno mismo, desarrollarse, es una tarea que no termina nunca.

Llevar una vida sana, estar en forma, ser productivo, etc., son cosas que la mayoría de las personas quieren hacer para sentirse mejor, para tener una vida más feliz y significativa. Pero estar en buena forma física hoy no implica estarlo dentro de seis meses. Tener una vida bien organizada y bajo control hoy, no significa que las cosas seguirán así dentro de un tiempo.

Si en esta vida no vas a alcanzar nunca la perfección en ninguna de tus áreas de atención, ¿qué puedes hacer? Muy sencillo, utilizar todos los recursos a tu alcance para crear y consolidar buenos hábitos, aprender un poco de aquí y un poco de allá, y disfrutar del viaje sin preocuparte demasiado por el destino.

Interésate por la psicología.

Siempre he encontrado fascinante, además de muy útil, el proceso de entender cómo funcionamos las personas, porqué hacemos lo que hacemos. Me gusta reflexionar y saber qué hay detrás de las decisiones aparentemente ilógicas y estúpidas que tomo de vez en cuando.

La psicología nos ayuda a analizar nuestros pensamientos y acciones, y nos ayuda a entender nuestras motivaciones. Para progresar, es necesario que seas capaz de verte objetivamente, desde fuera de ti mismo.

Lee sobre psicología. Muchos libros sobre desarrollo personal están basados en estudios psicológicos, y eso es por alguna razón. Y por eso mismo, muchos de los artículos de este blog tienen un fuerte componente psicológico: Porqué hacemos lo que hacemos, Teoría de la Autodeterminación, Motivación intrínseca, Los fundamentos científicos de GTD, etc.

Crea buenos hábitos

Nuestra capacidad para mejorar viene determinada, en gran medida, por nuestros hábitos. Nuestros hábitos influyen en nuestra respuesta ante cualquier situación y, en última instancia, definen lo eficientes que podemos llegar a ser.

Aquí tienes mucho espacio para la mejora. Seguro que algunos de tus hábitos no son del todo saludables, productivos o, simplemente, recomendables. Trabaja tus hábitos y tu fuerza de voluntad, de manera constante.

Analiza la conveniencia de tus hábitos actuales, crea nuevos hábitos que te ayuden a ser mejor y cambia aquéllos que no son tan buenos.

Utiliza métodos formales

Utilizar metodologías formales te puede ayudar a progresar de manera significativa en determinados aspectos, por razones que tienen que ver con lo mencionado anteriormente. Los métodos formales funcionan porque están basados en estructuras psicológicas que tienen mucho sentido y, además, los métodos formales contribuyen a formar hábitos clave.

Puedes ir al gimnasio y entrenar de cualquier manera, pero lograrás mayores avances si sigues un programa de entrenamiento formal y orientado a tu estado de forma actual. Lo mismo se puede decir en cuanto a dietas, salud o productividad. Si tienes un sistema estructurado para enfrentarte a tus actividades diarias, dispondrás de más control, tranquilidad y capacidad de mejora.

En el apartado de la productividad personal, existen multitud de métodos y técnicas que pueden ayudarte. No es necesario—ni eficiente—que hagas la guerra por tu cuenta.

Añade algo de tecnología

Hoy en día, no podemos obviar la tecnología como una herramienta de ayuda para prácticamente casi todo. Puedes utilizar pulseras que controlan tu actividad diaria para mejorar tu rendimiento físico, e incluso la calidad de tu sueño. Puedes utilizar herramientas de gestión personal basadas en internet que, como FacileThings, utilicen métodos formales y contribuyan a mejorar tus hábitos. Puede utilizar cursos on-line para aprender cosas que antes no estaban a tu alcance tan fácilmente.

Ten cuidado, porque la tecnología puede ayudar en tu desarrollo personal siempre que la utilices de manera inteligente. Mal utilizada, puede convertirse en todo lo contrario, en una herramienta de distracción que te aleja de tus metas.