Etiqueta: “GTD Básico”

El enfoque horizontal es la clave para tener un control relajado sobre tu actividad diaria. Consiste en definir con claridad los resultados que quieres—tus proyectos—y las próximas acciones necesarias para llegar a ellos, así como crear recordatorios en un sistema de confianza que revises con regularidad.

Para enfrentarnos a cualquier trabajo, normalmente atravesamos un flujo de trabajo de cinco etapas: (1) capturamos cosas que nos llaman la atención, (2) aclaramos qué significan y (3) organizamos los resultados, sobre los cuáles (4) reflexionamos frecuentemente para elegir en qué vamos a (5) actuar a continuación.

Normalmente te sientes mal cuando no consigues hacer lo que te habías propuesto, pero ese sentimiento de ansiedad y culpa no se debe a la gran cantidad de cosas que tienes que hacer. La frustración se produce cuando rompes compromisos que has contraído contigo mismo.

GTD es una herramienta cuyo objetivo es eliminar la sensación de tener demasiadas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas. Para ello, se basa en el principio de que debemos negociar nuestros compromisos internos de forma efectiva.

A veces nos enfrentamos a proyectos de cierta complejidad, en los que es necesario cierto rigor para mantenerlos bajo control, encontrar una solución o determinar correctamente los pasos seguir para finalizarlos con éxito.