La productividad sin estrés existe

¿Alguna vez has visto en Twitter o en Facebook un comentario que te gustaría discutir, pero no lo has hecho porque hay una gran cantidad de personas apoyándolo con retuits y likes?

Ya te habrás dado cuenta de que no todos funcionamos de la misma manera. Lo que a ti te funciona perfectamente no le va para nada a tu compañero de trabajo, y algunos métodos que otros utilizan satisfactoriamente, a ti te parecen irrelevantes. La forma en que cada uno piensa, aprende, se comunica, procesa la información, ejecuta acciones, o toma decisiones influye enormemente en su productividad personal.

Siempre que un usuario de FacileThings cancela su subscripción, o simplemente no la renueva, intento averiguar los motivos. Si contesta a mi email y la razón de no renovar es algo que no funciona bien, que no entiende bien o que no le gusta, supone para mí una oportunidad de mejorar el servicio y evitar que otros usuarios tengan la misma (mala) experiencia. Sin embargo, una de las respuestas habituales que recibo suele ser del tipo “utilizar la aplicación significaba hacer las cosas de manera diferente a como estoy acostumbrado”.

En GTD llamamos “cosa” a lo que hemos capturado y está todavía sin aclarar. Y lo hacemos a propósito, para denotar su carácter abstracto, ya que todavía no nos hemos parado a pensar de qué se trata realmente—aunque podamos tener una idea preconcebida. Luego, cuando estás procesando o aclarando cualquier cosa, la pregunta clave que debes hacerte es “¿es necesaria alguna acción?”

La justificación del esfuerzo es una disonancia cognitiva que nos hace valorar mucho más aquellas cosas a las que hemos dedicado un esfuerzo importante, independientemente de que el resultado en sí tenga más o menos valor.