Algo que tienen en común todas las personas que se interesan en los diferentes métodos existentes de productividad y organización personal, es un profundo deseo de alcanzar un estado en el futuro que sea mucho mejor que el actual. Son personas que tienen un control sobre lo que les pasa y, por eso, buscan formas de hacerlo mejor, más rápido o más fácil. Y son personas dispuestas a admitir que, probablemente, tengan que cambiar ciertos hábitos. Esto nos lleva a una paradoja: las personas que quieren ser más productivas son, en realidad, las que menos lo necesitan.