Categoría: “Getting Things Done - GTD”

En GTD, el concepto de proyecto difiere bastante del que estamos acostumbrados a usar en el mundo empresarial. Simplemente, un proyecto es cualquier cosa que queremos realizar que requiere más de una acción. Se trata, por tanto, de un mecanismo para recordar que, cuando terminemos esa primera acción, todavía quedará algo más por hacer.

Recientemente he leído el libro Una nueva mente de Daniel H. Pink. Genial, totalmente recomendable. El autor explica cómo estamos evolucionando de una sociedad en la que destacan los individuos que han desarrollado más las habilidades que residen en el lado izquierdo del cerebro (Era de la información) a una sociedad en la que triunfarán aquellos que apuesten por desarrollar más la habilidades que residen en el lado derecho (Era conceptual).

¿Puedes implementar GTD a medias? Claro. ¿Sigue siendo GTD? No.

Seguramente ya sabéis que el libro que David Allen escribió en 2001 (“Getting Things Done”, en español titulado Organízate con Eficacia) se ha convertido para cientos de miles de seguidores en el manual de la productividad personal. El gran éxito de este método se debe a que ha sido utilizado y validado, de forma empírica, por multitud de adeptos.

Una vez has capturado todo lo que ronda por tu cabeza, la segunda etapa de GTD consiste en aclarar o procesar todas esas cosas, es decir, definir exactamente qué es cada cosa y cuál es el siguiente paso para alcanzar el resultado final (si es que lo hay).