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La parte más líquida de una aplicación GTD siempre es aquélla que gestiona lo que no tiene que ver con el control de nuestra actividad. Es fácil dar forma a un sistema de gestión de listas y proyectos, pero ¿qué pasa con componentes como la gestión de los niveles de perspectiva y la planificación natural? Ese es el gran caballo de batalla para diferenciarse del resto y crear una solución totalmente integrada (control – perspectiva – planificación), sumando valor al usuario.

Tanto si estás estudiando un máster como aprendiendo algún idioma por tu cuenta, normalmente tendrás que compaginar el estudio con otras actividades, como trabajar o llevar una casa.

GTD es una herramienta cuyo objetivo es eliminar la sensación de tener demasiadas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas. Para ello, se basa en el principio de que debemos negociar nuestros compromisos internos de forma efectiva.

Según el Modelo Triple para Evaluar el Trabajo que define David Allen, una persona puede estar ocupada en uno de estos tres tipos de actividades en cualquier momento de un día normal de trabajo (1):

La Revisión Semanal es una actividad clave para que GTD funcione. Su objetivo es lograr que tu sistema esté completamente actualizado y puedas confiar en él sin reservas. Se trata de que vacíes tu mente de nuevo y te asegures de que todo lo sucedido en la semana anterior está correctamente recopilado, procesado y organizado. Más específicamente, debes hacer lo siguiente: