La productividad sin estrés existe

En los foros sobre productividad personal, GTD y, sobre todo, aplicaciones relacionadas con gestión personal, siempre encuentro un número no pequeño de personas muy preocupadas por cuestiones relacionadas con la velocidad. Que porqué necesito hacer dos clics de ratón cuando podría hacer solo uno, que porqué no hay un atajo de teclado para cada operación se puede hacer con la aplicación, qué porqué realizar un determinado proceso tarda unos minutos en lugar de unos segundos, etc.

Supón que entras en un casino tras un impulso loco por jugarte todos los ahorros de tu vida. Tienes delante de ti toda una fila de máquinas de juego. Para llegar a convertirte en millonario deberías jugar a aquella que ofrece una probabilidad más alta de ganar pero, claro, tú no sabes cuál es. Así que tienes que probar cada una de ellas un número indefinido de veces para determinar cuál es la mejor. Si juegas demasiado tiempo en cada máquina puedes acabar desperdiciando todo tu dinero en máquinas perdedoras. Y si decides quedarte en una que parece buena después de unos pocos intentos pero en realidad no lo es, te dejarás todo tu dinero en ella.

Escribir un documento habitualmente se ve como un trabajo que a nadie le gusta hacer, pero tiene que hacerse. Pero es mejor no ser tan crítico en la manera en la que se percibe la escritura. No importa el tipo de documento con el que estés trabajando. Toda tarea es una experiencia nueva y una habilidad nueva que dominar. Ningún conocimiento de este tipo es inútil. Lo único que tienes que hacer es centrarte en el lado positivo de la escritura.

¿Cómo es la vida del hombre y mujer modernos? George Carlin dijo acertadamente: “Un multitasker de costa a costa, a la vanguardia del último modelo y te puedo dar un gigabyte en un nanosegundo”

No importa lo bien que trabajes en un día en concreto – si no eres constante con Getting Things Done estás echando a perder todo el esfuerzo y trabajo duro. El problema es que ser constantemente productivo es infinitamente más difícil que dejar actuar al curso natural de las cosas.